Valencia

Dos siglos y medio vistiendo el azul en España e Hispanoamérica

La Inmaculada fue proclamada patrona de los reinos de España en 1760

Una familia participa en las ofrendas de la vigilia del año pasado, bajo la mirada de sacerdotes y un diácono revestidos de azul, color excepcional en honor a la Inmaculada Concepción
Una familia participa en las ofrendas de la vigilia del año pasado, bajo la mirada de sacerdotes y un diácono revestidos de azul, color excepcional en honor a la Inmaculada Concepciónlarazon

Sucede cada 7 de diciembre por la noche y también eal día siguiente: los sacerdotes abandonan el austero color morado propio del Adviento y deslumbran a la feligresía con un azul radiante. Esto es así desde que, hace 250 años, el Papa Clemente XIII proclamara a la Inmaculada Concepción de la Virgen como patrona de España y sus posesiones de ultramar, a petición unánime de las Cortes españolas.

Devoción antes del dogma
Faltaba aún un siglo para que la Iglesia definiera dogmáticamente la Inmaculada Concepción, pero el pueblo español venía celebrando esta devoción desde tiempos inmemoriales, y en las universidades de Salamanca, Alcalá, Granada, Zaragoza, Valladolid y Valencia, así como la práctica totalidad de los obispos, tenían clara su postura a favor de esta enseñanza, que también reflejan Padres de la Iglesia como San Efrén en el siglo IV («Tú y tu Madre sois los únicos que en todo aspecto sois perfectamente hermosos; pues en Ti, Señor, no hay mancilla, ni mácula en tu Madre», escribía este santo sirio). También se ve en el Evangelio, cuando el ángel saluda como «kejaritomene» («llena de Gracia») a María, incluso antes de que ella le dé el «sí» a la Encarnación. La doctrina de la Inmaculada Concepción enseña que María, concebida de forma perfectamente normal, desde que empezó a existir en el seno de su madre, jamás tuvo pecado original, ni cometió luego pecado alguno. En España, desde 1947, por impulso del jesuita Tomás Morales, en proceso de canonización, se celebra la vigilia con especial afluencia de fieles. En Madrid, el cardenal Rouco presidirá la vigilia en la Catedral de la Almudena; el obispo auxiliar Fidel Herráez la presidirá en la Basílica de la Merced (C/General Moscardó, 23) y el obispo auxiliar César Franco en el santuario de María Auxiliadora (Ronda de Atocha, 25). Ni el «puente» ni el frío impiden la afluencia de miles de devotos, incluyendo jóvenes y familias.