Barcelona

Una veintena de posibles niños robados demandan a la Casa Cuna en Valencia

Un grupo de 21 personas relacionadas con los casos de los bebés robados que afectan a la Casa Cuna Santa Isabel de Valencia han presentado hoy una demanda civil para pedir que el juez obligue a Sor Aurora Gallego, la responsable de la institución en los años en los que ellos nacieron, a que les entregue información sobre sus madres biológicas.

Enrique Vila, el letrado que se encarga del caso y, además, uno de los demandantes, ya que también nació en la Casa Cuna, ha explicado que en la demanda han solicitado que el juez "reconozca nuestro derecho a conocer nuestros orígenes biológicos".

Vila ha subrayado que presentar la demanda era el último paso que les hubiera gustado dar, ya que han intentado obtener esta información "extrajudicialmente", pero como no ha sido posible "no hemos tenido más remedio que presentar la demanda".

"Lo que pretendemos es que el juez requiera a la Casa Cuna Santa Isabel que nos dé los nombres"de nuestras madres biológicas, ha señalado Vila.

Tanto él como el resto de demandantes han hablado en diferentes ocasiones con Sor Aurora, la responsable de la Casa Cuna durante aquellos años, para intentar conseguir información, aunque sin resultado. "Ella alega un voto de sigilo de índole religioso, pero eso no puede estar por encima de la Constitución Española", ha comentado el abogado.

"Más que un derecho legal es una cosa humana, conocer de dónde venimos y también para nuestras madres saber quienes son sus hijos. Es fundamental", ha resaltado Vila.
Ana Isabel Azagra tiene 43 años y es una de las personas que han presentado hoy la demanda. Hace tan sólo un año y medio se enteró que era adoptada "y eso -ha asegurado- te cambia la vida completamente. He tenido una vida plena, pero te queda ése huequecito para completar el puzzle de tu vida".

Azagra ha comentado que si el derecho a la vida "es un derecho importante, el derecho a conocer tus orígenes va a la par. A día de hoy no me considero una niña robada, pero sí una niña vendida", porque sospecha que hubo dinero de por medio tras su nacimiento.

Ana Isabel también ha hablado varias veces con Sor Aurora, pero no ha logrado obtener datos sobre su pasado, "se limita a decir que seamos muy felices, que recemos mucho y ya está, que estemos contentos con la vida que hemos tenido. Yo estoy contenta con la vida que he tenido, pero quiero ver a mi madre y reconocerme en ella".

María José Izquierdo recuerda que la religiosa le dijo "que los libros se quemaron, a cada uno nos ha dicho una cosa. Mentiras, mentiras y más mentiras. Esto es un sinvivir".

Salvador Montagud, otro de los demandantes, ha asegurado que cuando pidió explicaciones a Sor Aurora "todo fueron palabras muy amables y muy cordiales, pero me dijo que me olvidara del tema y que para qué iba a buscar".

Ha explicado que a los diez años se enteró de que había sido adoptado "de una manera muy cruel, en el colegio y por los niños", pero habló con sus padres del tema y le explicaron lo ocurrido.

Enrique Vila ya presentó una demanda similar en Barcelona y el juez ordenó a la institución que entregara a los 11 afectados la información que solicitaban. Ahora se muestra confiado en que suceda lo mismo en Valencia.

"Tengo esperanzas de que en Valencia la madre superiora acate esa decisión judicial como la propia orden ya lo ha hecho en Barcelona", concluye Vila.
Ana Isabel Azagra ha hecho "un llamamiento a las mamás para que salgan. Nadie quiere juzgar a nadie, queremos conocerlas y abrazarlas, no hace falta que la relación vaya más allá".