Un monumento a los castellers por 705522 euros

BARCELONA-El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, criticó ayer el monumento de Barcelona a los castellers que ya luce en la plaza de Sant Miquel sin andamios. Fernández reprochó «la dudosa estética y el emplazamiento equivocado» de esta obra, que además ha costado 705.522 euros. El líder del PP en el Consistorio echó en cara a PSC y CiUel despilfarro que supone el gasto de este dinero en época de crisis, «cuando hay otras prioridades», lamentó.

El polémico monumento, firmado por el artista Antoni Llena, está formado por unas ramas de acero entrelazadas que forman una torre cilíndrica. Su altura es de 30 metros, de modo que sobrepasa la altura del edificio consistorial. Tanto vecinos como comerciantes mostraron su oposición a este monumento, encargo del ex alcalde Jordi Hereu, que contó con el beneplácito de CiU.

«Chapuza»
«Este proyecto representa la sociovergencia de la chapuza», criticó Fernández ante la obra, que comparó con el alambre que sujeta los tapones de cava. «Si se hiciera un concurso entre los barceloneses posiblemente asociarían más este monumento de dudosa estética a un tapón de cava que a los castellers», explicó con un tapón de cava en la mano.

 Pese a las críticas al monumento, Alberto Fernández expresó su respeto a los castellers y recordó que «uno de los acuerdos a los que el PP ha llegado en los presupuestos ha sido precisamente incrementar el apoyo por parte del Ayuntamiento a la cultura catalana». El presidente del grupo popular también criticó la ubicación de la obra, puesto que «la plaza Sant Miquel no es el mejor lugar ya que los hierros que forman la escultura superan la altura de los tejados».

Por su parte, los restaurantes de la plaza Sant Miquel también critican que se haya instalado la escultura porque han perdido mucho espacio en sus terrazas. Y los vecinos lamentan su alto coste en un momento en que hay otras prioridades.

Más locales para servicios sociales
El presidente del grupo municipal popular, Alberto Fernández, propuso ayer que el Ayuntamiento de Barcelona estudie reclamar a la Generalitat que le ceda alguno de los inmuebles que quiere poner a la venta en Barcelona para convertirlo en equipamientos sociales. Fernández pidió estudiar «la cesión de algunos de los 26 locales en venta en compensación del 52 por ciento de morosidad que tiene el Govern».