«Amo al capitán Schettino»

«Sí, es verdad, estoy enamorada del comandante Francesco Schettino». Domnica Cemortan, la misteriosa joven rubia que acompañaba al capitán del «Costa Concordia» la noche del accidente, ha reconocido a los investigadores el auténtico motivo por el que cenó con Schettino y le acompañó al puesto de mando mientras el buque se hundía. Durante las seis horas que duró el interrogatorio, esta moldava de 25 años volvió a defender al comandante diciendo que hizo «todo lo posible para salvar a los pasajeros».

El buque, en el que había 4.300 personas, entre viajeros y empleados, chocó el pasado 13 de enero con unos escollos y quedó varado frente a la isla del Giglio. En el accidente murieron 17 personas; hay todavía 21 desaparecidas. «Yo le amo y no es justo ver cómo se está destruyendo su imagen. Todos se están ensañando con él», aseguró Cemortan, quien dejó ropa, su neceser y varios objetos personales en el camarote del comandante, como han descubierto los equipos de rescate. Preguntada por los fiscales por este hecho, se justificó diciendo que ella era «amiga de todos» dentro del «Costa Concordia». La joven, que trabajaba desde hace cinco años como bailarina y azafata para la naviera Costa Cruceros, se encontraba en el barco en viaje de placer. En su declaración desmintió los rumores que señalaban que no tenía billete. Dijo que había recibido su billete como regalo de cumpleaños, aunque no especificó si había sido Schettino quien le entregó el obsequio. El capitán –casado y con una hija– se encuentra en arresto domiciliario en su casa de Meta di Sorrento, acusado de homicidio múltiple, hundimiento del «Costa Concordia» y abandono de la nave.

Mientras continúa la investigación, un grupo de pasajeros italianos de edad avanzada ha presentado una nueva denuncia contra la compañía. Dicen que por tres veces los trabajadores del buque les sacaron por la fuerza a ellos y a niños de las embarcaciones de emergencia para que dejasen su lugar a los empleados de Costa Cruceros.