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OPINIÓN: Haldeman Watson Niven una edición de nombres deslumbrantes

La Razón
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La Semana Negra de Gijón se pone nuevamente en marcha en esta 23 edición. Es una manifestación lúdica y cultural sin parangón, conocida y reconocida fuera de España. Incluye premios, charlas, mesas redondas, publicaciones y otras actividades, y todo alrededor de «lo negro», ese invento francés para vender novela negra. O sea, lo que antes era novela policiaca. Y aquí, en Gijón, junto a esa literatura se da cita también la ciencia-ficción, en cuyos bordes estelares hay mucho de mundos sucios habitados por seres abyectos, como en cualquier bar peligroso de una gran localidad. Gijón, a orillas del Cantábrico, es una ciudad bulliciosa que se engrandece con esta cita. Aunque hay más: tiendas que venden libros a un euro, música y cine que conforman un todo cultural único e inigualable.De la nadaEl certamen tiene sus propios premios –el más importante es el codiciado Hammet–, y este año se puede ver a alguno de sus finalistas, como Carlos Salem, que hace dos años se hizo con otro galardón, el Silverio Cañada, o Mario Mendoza y Cristina Fallaras. La importancia de esta cita se mide también por los autores que la visitan, algunos famosos internacionalmente como Joe Haldeman, Larry Niven y Ian Watson. Todo ellos es posible gracias al genio de un gran tipo, es Paco Ignacio Taibo II, que se sacó esta Semana de la nada.En toda historia, sin embargo, hay malos. En ésta de la Semana, son o fueron cinco vecinos, un leguleyo y un juez que odian Gijón: esto tenía antes lugar en los alrededores del estadio de El Molinón. Los vecinos protestaron por el ruido, un abogado les defendió y el juez les dio la razón. Cinco, frente a todo Gijón. Y la Semana quedó exiliada más allá del plano de la ciudad. En toda fiesta popular, la diversión de muchos transtorna a unos pocos. Pero claro, como en España mandan unos pocos, por aquello de los pactos, eso crea al final costumbre en lo judicial.