OPINIÓN: El cursillo

Está claro que a Torrijos le puede su corazón sindicalista, porque si tuviera la más mínima mentalidad empresarial no dejaba pasar esta oportunidad, con la que está cayendo. ¿Por qué limitarse a recomendar a Zoido y Espadas que hagan un cursillo acelerado sobre la realidad de Sevilla y su gobierno si pueden impartirlo él mismo y sus camaradas? Total, si la Fundación DeSevilla ofreció talleres de risoterapia y educación sexual para niños... El primer teniente de alcalde podría dar al menos un par de seminarios: «Usos y formas del buen gobierno en la empresa pública: el ejemplo de Mercasevilla» y «Manual del trabajo en equipo (aquí no se mueve un papel sin que yo esté al tanto)». Su compañero Carlos Vázquez instruiría al resto de candidatos, carentes de entidad intelectual, acerca de la «Teoría y práctica del piquete callejero» o «La creación de empleo y la relación con los empresarios, esos dos grandes desconocidos». Josefa Medrano bordaría el papel de profesora de «Memoria Histórica para principiantes: Foxá es malo y Bardem buena» y a José Manuel García le vendría bien la asignatura sobre «Diplomacia y respeto a las instituciones o cómo mandé al paro al Borbón». Y, ya puestos, que rescaten a Lolo Silva para dar una clase magistral sobre «Los recursos humanos: del acoso laboral al nepotismo».