A las puertas del desequilibrio por Julio GÓMEZ-POMAR

El superávit obtenido en el ejercicio anterior ha caído en un 72% y las cuentas se cierran provisionalmente con un superávit del 0,2%, de acuerdo con la previsión del Gobierno. 122.484,55 millones de euros de ingresos, frente a 120.101,58 millones de euros de gastos. ¿Cómo hay que tomar estos datos? ¿Son buenas noticias? Lamentablemente no lo son. En este año la Seguridad Social ha perdido 218.857 afiliados, después de perder 727.473 en 2009 y 841.465 en 2008.

En total, 1.787.795 en los tres últimos años. El propio Secretario de Estado ha declarado que cuando se consoliden estos datos con los del Servicio Público de Empleo Estatal y con el Fogasa, el resultado puede ser peor. La situación financiera de la Seguridad Social, además, hay que evaluarla no sólo desde el punto de vista de la ejecución presupuestaria sino sobre todo conociendo cómo está su tesorería. En una situación como la presente, una parte importante de los ingresos que se han comunicado no se van a poder cobrar, también una buena parte de los aplazamientos solicitados por las empresas acaban siendo declarados incobrables.

Seguramente la Tesorería tendrá que estar prestando cotizaciones para financiar la prestación del desempleo, como ya nos anticipó en su momento el Ministro Corbacho. En fin, el saneamiento de la Seguridad Social que se consiguió alcanzar en el periodo 1997-2004 y las aportaciones al fondo de reserva empiezan a partir de 2011 la cuenta atrás.

Espero que el nuevo Gobierno no vuelva a encontrarse con la situación de 1996: solicitud de un crédito extraordinario y un anticipo al Tesoro Público para poder afrontar la paga extraordinaria de junio; una deuda con los bancos de 400.000 millones de pesetas y una deuda de parecido importe con el entonces llamado INEM.

Julio Gómez-Pomar
Inspector de Hacienda y ex secretario de Estado para la Administración Pública