OPINIÓN: Menos bronca

Las horas previas al primer derbi Madrid-Barça me han sorprendido por la altísima tensión vivida en ambas capitales. En Madrid, Mourinho celebró sus 50 partidos al frente del equipo blanco decidiendo no hablar para la prensa. Alguien tendría que frenarle, porque hablar a un periodista en público significa hablar a miles de ciudadanos, muchos de ellos socios de su equipo, a través del medio en el que el compañero trabaja.
Hubo lógico plante de medios. Esto es como las huelgas: mientras alguien no cumpla, será un esquirol que convertirá en inútil esa huelga. De todos modos, hay que medir las fuerzas y este viernes era un buen momento para recordar a Mourinho que tiene que atender sus obligaciones sociales y no sólo las contractuales.
En el Barça, contrasta la prudencia de Guardiola con los periodistas. Escuché barbaridades en las horas previas. Algún compañero con más prepotencia que datos, aunque éstos últimos den la ventaja al Barça en los cuatro clásicos en los que estamos inmersos. Otros, con más afán de provocación y de mezcolanza política en algo que tendría que ser una racha de partidos sólo deportivos. Y, calentando al público, entraban oyentes contando algunas barbaridades que luego te dejan con el temor de que no pase nada, y no sólo en el campo. En eso no se mete antiviolencia. Bueno, si tuviera que meterse en palabras emitidas, no podría parar de castigar también a políticos que se pasan mitin sí y mitin también insultando a los adversarios a los que convierte en enemigos.