Congreso de los Diputados
El Gobierno no logra apoyo para la reforma ni en las filas del PSOE
Aprobará hoy el texto sin garantías para la convalidación. Preocupación socialista por el cambio de discurso y por el riesgo de tramitarlo como ley
MADRID- Nadie sabe si la reforma laboral que aprobará hoy el Consejo de Ministros creará o no empleo, pero lo que sí ha creado en las últimas 48 horas ha sido incertidumbre, caos, decepción y desconcierto, incluso en las propias filas del partido socialista.La escena política que rodea a la modificación del actual marco laboral es caótica. Y es que, salvo que el Gobierno aprobará hoy el decreto-ley sin tener garantizado de antemano un solo apoyo para su convalidación en el Congreso de los Diputados, poco más se sabe de momento. Dudas dentro del partidoNi siquiera está claro ahora que el texto vaya a ser tramitado como proyecto de ley. Y eso que ésta fue una puerta que abrió el lunes el mismísimo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para sorpresa incluso de los propios diputados socialistas.Pues bien, ayer, el secretario general del Grupo Socialista, Eduardo Madina, dijo ayer en la reunión ordinaria de los martes, que nadie diera por hecho que el decreto fuera a ser tramitado como proyecto de ley.Madina dijo esto, claro, después de escuchar algunas voces del PSOE, como la de Isabel Lopez i Chamosa (PSC), Manuel de la Rocha (IS) o la del ex secretario general del sindicato Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez, que expresaron su preocupación por el giro que el presidene del Gobierno ha dado en su discurso laboral y por el riesgo de que para conseguir apoyos en el Congreso hubiera que endurecer aún más la reforma durante la tramitación. La mayoría quiere un acuerdo con los nacionalistas ERC y PNV para evitar que CiU endurezca el texto del Gobierno.El caso es que, a tan sólo siete días de que el decreto llegue a la Cámara Baja para su convalidación, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, no ha arrancado ni un solo voto a favor en todo el arco palamentario. Tras reunirse ayer con todos los grupos políticos, vio en todos ellos desconfianza y escepticismo.Las excusas de los gruposSi el Partido Popular ha encontrado en la negociación colectiva y la formación profesional sendas excusas para no apoyar la reforma, CiU no ha dudado en calificarla de «inaceptable» para la federación catalana.El PNV, por su parte, prefiere no pronunciarse hasta conocer la redacción final del texto que hoy será aprobada por el Consejo de Ministros.La única formación que ha mostrado alguna coincidiencia con el texto base ha sido ERC y aún así ha mostrado su oposición a que se deje abierta la causa del despido por problemas económicas. Conclusión: hasta el próximo día 22, todo es posible, incluso una cosa y la contraria. Lo que está claro es que seguirá la negociación en las próximas fechas.
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