España
Banco clandestino europeo por José Ramón Pin Arboledas
El «Copy Right» no es mío; es del ministro de Asuntos Exteriores, García-Margallo. A D. José Manuel le atraen los dichos ingeniosos y punzantes. Pero, no por imaginativo, deja de tener razón. Ante la escalada de la prima de riesgo del viernes el gobernador del BCE, Sr. Draghi, miró a otro lado, como si la cosa no fuera con la institución que preside.
Con la prima de riesgo española por encima de los 600 puntos el BCE seguía impertérrito. Cual D. Tancredo el toro de la especulación, permanecía impávido. Por eso el ministro le aplicó el calificativo de clandestino.
El BCE, heredero del Deutsch Bank, maneja la política monetaria de la zona euro. Su misión: gestionar el interés y la liquidez para evitar tensiones inflacionistas y mantener una circulación monetaria para que la economía funcione. Claro está, que eso requiere que exista el euro. En su sumisión a la letra del tratado de su constitución, el BCE está faltando al espíritu de su fundación.
Sin euro no hay eurozona. Sin ésta no tiene sentido el BCE. Así que el BCE tiene como misión primaria crear las condiciones que permitan la supervivencia del euro. Esta misma semana la cancillera Merkel ha dudado de la viabilidad del euro. Ante eso el BCE debería preguntarse si su política monetaria y fiscal es, o no, correcta.
Si la prima de riesgo española sigue creciendo, por encima de 600 puntos, los tipos de interés para las emisiones de nuestra deuda soberana subirán; ya pasó esta semana en la colocación de deuda a corto, medio y largo plazo. En el mercado secundario, los tenedores de bonos a 10 años no se fían de que el Estado español sea capaz de pagarlos a su vencimiento y espantan a los inversores extranjeros. Por eso la última emisión tuvo que cubrirse con compradores nacionales. ¿Hasta cuándo los bancos españoles pueden seguir comprando esa deuda pública?
Si no se pudiera refinanciar la deuda española, vendría el rescate. Después de España caería Italia, siguiente presa de los especuladores. La cifra de millones de euros necesaria para rescatar las dos economías es excesiva para el sistema euro, que entraría en riesgo de ruptura. Entonces el BCE se convertiría en verdaderamente clandestino.
Una implosión del euro supondría un serio peligro para la economía mundial. Lo avisó el FMI esta semana. Su recomendación era que el BCE ayudara a reducir el coste de la deuda pública a España e Italia. Entre otras cosas porque sus intereses agravan el déficit y detraen liquidez de la economía nacional. Liquidez necesaria para reactivar el crédito, condición para el crecimiento, creación de puestos de trabajo y reducir déficit vía crecimiento de los ingresos públicos por aumento de la recaudación.
En 2013 en España los intereses de la deuda crecerán en 9.000 MM. Dinero que necesita el Estado para pagar servicios y los bancos para financiar pymes y consumo. Por eso, entre otras consideraciones, el Gobierno presentó unas previsiones macroeconómicas con decrecimiento en 2013 y un paro del 24%.
¿Cómo reducir ese coste? Consiguiendo que el BCE compre deuda española; mejor que acuda a las emisiones directas del Tesoro español que al mercado secundario. ¿Por qué? Porque España emitiría a un interés menor, bajando la carga de la deuda y liberando fondos en los presupuestos. Además, al sustituir como comprador a los bancos españoles, éstos financiarían al sector privado y la economía podría crecer más o decrecer menos. En todo caso, si el BCE no puede o no quiere comprar en la emisión, que lo haga en el mercado secundario. Así bajaría la prima de riesgo y, en consecuencia, el coste de las emisiones directas, aunque menos que si compra directamente.
Por todo: ello el BCE debe dejar de ser clandestino.
José Ramón Pin Arboledas
Profesor del IESE
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