Bilbao

Un investigador asegura que en tres años se detectará el cáncer en unos análisis de sangre

El biólogo británico y experto en investigación oncológica Charles Lawrie (Nottingham, 1972) ha augurado hoy que dentro de tres años se podrá detectar el cáncer mediante un análisis de sangre.

Esta prueba serviría para detectar diferentes tipos de cáncer a través de biomarcadores y presenta como ventaja que sustituiría a las biopsias, que son pruebas diagnósticas que entrañan riesgos para el paciente, son caras y, además, precisan de patólogos expertos para interpretarlas. Lawrie procede de la Universidad de Oxford, donde se doctoró en Ciencias Biológicas, y se incorporó hace un año al Instituto Biodonostia como director de Investigaciones Oncológicas en el marco del programa de captación de talentos de la Fundación Vasca de Ciencia-Ikesbasque.


Según ha explicado hoy en Bilbao en un encuentro con los medios de comunicación, en los últimos años se ha especializado en el estudio de unos biomarcadores denominados "microRNA", un término acuñado hace una década para describir una molécula de ácido ribonucleico (RNA por sus siglas en inglés).


Los "microRNA"están presentes en una gota de sangre y "en teoría", según ha precisado, podrían indicar la presencia del cáncer. Este investigador ha indicado que su área de trabajo está centrada en los linfomas, pero ha resaltado que el diagnóstico en sangre podría utilizarse para otros cánceres y otras enfermedades.


En este momento, esta posibilidad se encuentra en fase de investigación, y ha avanzado que se podría aplicar en tres años. Sobre los tratamientos para combatir esta enfermedad, Lawrie ha afirmado que el futuro pasa por los tratamientos individualizados ya que los actuales tratamientos se establecen por patologías y funcionan con algunos pacientes, pero con otros no.


Para llegar a los tratamientos personalizados y ajustar a cada enfermo la medicación que necesite, se debe extraer la secuencia del genoma de cada paciente, una prueba cuyo coste aún es muy caro, pero que se espera rebajar "muy pronto"a los 1.000 dólares.


Hace dos años costaba entre 20.000 y 50.000 dólares, y ahora se sitúa en 2.000-3.000 dólares, según ha indicado este experto, que ha destacado que cuando el precio baje a los 1.000 dólares "la medicina cambiará".


Respecto a la incidencia de la crisis económica en la financiación de la investigación, Lawrie ha indicado que "se nota demasiado"y ha opinado que el desinterés en invertir dinero en este ámbito se debe a que los resultados "tardan en llegar".