Sevilla

Susanita tiene un criterio por Lucas HAURIE

La Razón
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Susana Díaz, medalla de oro de la Orden de San Raimundo de Peñafort por su tesis doctoral, redactada en alemán y latín, sobre «Derecho Público y engorde de pavos», ha dicho que retorcer un alcalde el ordenamiento urbanístico para que un compañero de partido se embolse unos miles de euros «no es corrupción». Que callen jueces, letrados y catedráticos ante el criterio juicioso de este Everest de la jurisprudencia, a quien sólo Constantino podría rebatir sin sonrojo. Susana Díaz, politóloga cimera de la estirpe de Maquiavelo con aula a su nombre en la Johns Hopkins por su ensayo «Aguadulce: hacia un nuevo universo en la gestión municipal», revoluciona el constitucionalismo cuando anuncia que «cumpliremos la sentencia cuando sea firme». Susana Díaz, moralista que bebió de Tomás Moro antes de traducir a quince idiomas los axiomas de Anatole France, distingue con filosófica sutileza la diferencia ética entre lo que ella considera «una infracción» y lo que es en realidad una condena judicial por «un delito contra la ordenación del territorio en su modalidad de prevaricación funcionarial urbanística». Claro que, ante el argumento de autoridad de la «hombra fuerta» del PSOE andaluz, con todos sus estudios a cuestas, ¿quién le haría caso a un modesto juez de primera instancia?