París

Guerra en el Mediterráneo

EE UU, Francia y Reino Unido bombardean el país mientras Gadafi amenaza con una respuesta militar y ha asegurado que el Mediterráneo y África del norte se han convertido en "una zona de guerra".

Más de 20 líderes mundiales debaten en París la intervención en Libia
Más de 20 líderes mundiales debaten en París la intervención en Libialarazon

Dicho y hecho. El primer ataque selectivo contra objetivos estratégicos de Muamar Gadafi no se hizo esperar. Poco antes de las seis de la tarde de ayer, en el marco de la resolución 1973 de las Naciones Unidas y con el visto bueno de la coalición dado en París apenas unas horas antes, un caza francés derribaba un convoy de las fuerzas leales al coronel libio. Resultado del cuádruple bombardeo galo: varios blindados desbaratados y fuera de combate. Con la caída de la noche se precipitaron los ataques contra objetivos de las fuerzas del dictador a los que seguidamente se sumaron las fuerzas británicas y estadounidenses, estas últimas no con aviones, sino con bombardeos con misiles desde embarcaciones desplegadas en el Mediterráneo. La operación ya ha sido bautizada como «Odisea del amanecer». El vicealmirante estadounidense Bill Gortney indicó que los barcos y submarinos de EE UU y Reino Unido lanzaron más de 110 misiles Tomahawk contra 20 objetivos. Como consecuencia de los ataques, el sistema de defensa antiaérea del régimen del líder libio fue «gravemente inutilizado», según informó un oficial de seguridad estadounidense. «Es muy pronto para predecir lo que sus fuerzas terrestres van a hacer en respuesta a los ataques», añadió.

Tras los primeros bombardeos aliados, Libia pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que Gadafi amenazó con atacar objetivos civiles y militares de países occidentales en la zona. El dictador aseguró que el Mediterráneo y África del Norte se han convertido en «una zona de guerra». «Ésta es una agresión imperialista cruzada capaz de desatar una guerra cruzada generalizada», recalcó, e insistió en que «hay que abrir todos los arsenales y armar al pueblo (libio) con todo tipo de armas para que defiendan a Libia y a su honor», informa Ap.

La incursión francesa convierte al país galo en el primero en abrir fuego contra el régimen libio después de que ayer la cumbre de urgencia convocada en París por Nicolas Sarkozy diera luz verde al inicio de una intervención militar para frenar la masacre perpetrada por las tropas de Gadafi contra la población civil e impedir su avance en el intento de reconquistar el bastión rebelde de Bengasi.

De ahí que en una breve declaración al término del encuentro encabezado por Francia, Reino Unido y Estados Unidos, con la participación estratégica de la Liga Árabe y varios Estados de la Unión Europea, entre ellos España, el presidente Sarkozy justificara «el uso de la fuerza para proteger al pueblo libio». Sobre todo ante la indiferencia de Gadafi frente a las advertencias y ultimátum de la tríada Sarkozy-Cameron-Obama conminando al autócrata a un alto el fuego y a la retirada de sus fuerzas de las ciudades de Adjdabiya, Misrata y Zawiya.
Ante la negativa de Trípoli de acatar esa exigencia, la coalición internacional gestada ayer no escatimará en recursos, según el líder galo, que aseguró se utilizarán «todos los medios militares necesarios, en particular militares, para hacer respetar las decisiones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas».

De hecho, Francia, que ha asumido el liderazgo de la acción internacional contra Libia, contribuye a la fuerza multilateral con una veintena de aviones, ocho Rafale y cuatro Mirage, además de varios Awacs de vigilancia dotados con radares con el objetivo de participar en la misión de «exclusión aérea» sobre el cielo libio prevista por la resolución de Naciones Unidas. París tiene movilizada una flota de cazabombarderos listos para despegar y atacar blindados libios «que pudieran ser una amenaza para civiles desarmados».

A modo de advertencia al régimen del autócrata, las primeras acciones se desarrollaban a primera hora de la tarde de ayer. Aeronaves de la aviación francesa e italiana sobrevolaban el sur y este de Libia en misión de reconocimiento para tratar de evitar nuevas ofensivas libias contra los insurgentes. Una señal de esperanza también para una población hostigada que empezaba a dudar de la movilización de la comunidad internacional.

Con la participación en segundo plano de EE UU y la implicación activa de la Liga Árabe, la coalición quiere evitar que esta operación se interprete como un intento neocolonialista por parte de Occidente de querer imponer su voluntad. Nicolas Sarkozy, que aseguró que el futuro de Libia «pertenece a los libios», justificó la intervención «en nombre de la conciencia universal que no puede tolerar tales crímenes». «Lo hacemos para proteger a la población libia de la locura asesina de un régimen que matando a su propio pueblo ha perdido toda legitimidad», aseveró el mandatario galo, que recalcó el papel crucial de los países árabes, entre ellos Qatar y Emiratos Árabes Unidos.

Por su parte España, que no forma parte del pelotón de cabeza, está dispuesta a «asumir sus responsabilidades» para hacer efectiva la resolución de la ONU y cumplir los dos objetivos acordados: el establecimiento de una zona de exclusión aérea y el embargo de armas al régimen de Gadafi. Así lo confirmó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al término de la cumbre elísea a la que también asistieron el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

En la práctica, la aportación española se concreta en el despliegue de un avión cisterna Boeing 707 y cuatro F-18 que realizarán labores de «patrulla aérea», además de una Fragata F-100, un submarino y un avión de vigilancia marítima. Aunque nuestras aeronaves no estarán operativas y al servicio de la coalición hasta hoy, según el jefe del Ejecutivo.


Resolución 1973 de la ONU sobre Libia
1. Protección a civiles
Autoriza a los estados miembros de la Organización de Naciones Unidas a proteger a los civiles que estén bajo amenaza del gobierno libio, incluyendo Bengasi, y pide en esto la colaboración de los países de la Liga Árabe.
2. Exclusión área
Prohíbe todo tipo de vuelos en el espacio aéreo libio, a excepción de aquellos destinados a prestar ayuda humanitaria a civiles, por lo que los estados miembros deben garantizar esta medida e impedir que operen vuelos de compañías libias
3. Reforzar embargos
La Resolución 1970 de la ONU que decretó el embargo de armas y el congelamiento de bienes de los altos funcionarios del gobierno de Libia es reforzada y se debe velar por su cumplimiento.
4. Otras decisiones
Los estados miembros están en la obligación de interceptar buques y aviones que se crea pueden llevar armas a Libia, lo cual incluye la presencia de mercenarios a favor de Gadafi.