EE UU: el enemigo también está en casa

Ésta es una de las conclusiones a las que llega el informe sobre terrorismo en el mundo de 2010, elaborado por el Departamento de Estado norteamericano, que se hizo público ayer, dos días después de que Barack Obama alertara en una entrevista del riesgo de que un «lobo solitario» pueda sembrar el terror un mes antes del décimo aniversario del 11-S.

El presidente de Estados Unidos aseguró que no es una operación terrorista a gran escala la mayor preocupación de las autoridades norteamericanas sino un ataque individual, como el perpetrado por Breivik en Noruega. Ni Obama ni el informe del Departamento de Estado mencionan expresamente la «yihad», pero el documento hecho público ayer deja claro que quiere referirse a la violencia de origen islamista al recordar los casos de cinco paquistaníes con nacionalidad estadounidense que fueron entrenados por los talibán en Pakistán para atentar en EE UU y los estadounidenses de origen somalí que se unieron a las milicias del grupo islámico Al-Shabab. La secretaria de Seguridad Interior de EE UU, Janet Napolitano, dijo el miércoles que este tipo de ataques solitarios «son los más difíciles de prevenir porque no hay nada que interceptar».

El informe de 255 páginas contiene datos exclusivamente de 2010. De hecho no menciona la muerte de Ben Laden, pero pone el dedo en la llaga en un asunto espinoso como es el comportamiento de los musulmanes de Estados Unidos. En el mes de marzo, el representante republicano por Nueva York, Peter King, impulsó una comisión de investigación sobre la radicalización de los musulmanes residentes en el país. Según King, esta comunidad, formada por siete millones de personas, no coopera lo suficiente a la hora de denunciar y aislar elementos radicales.

Fuera de EE UU, el Departamento de Estado mantiene en la lista de países promotores del terrorismo a Cuba, Sudán, Siria e Irán, y resalta que Venezuela sigue «sin cooperar completamente» en los esfuerzos antiterroristas. Sobre Irán –en la lista negra desde 1984– el informe destaca que sigue siendo el principal patrocinador del terrorismo internacional al financiar y dar apoyo logístico a grupos violentos tanto en Oriente Próximo como en Asia central. Así, según el informe, la unidad de élite del Ejército iraní proporciona entrenamiento a grupos talibán en Afganistán y envía armamento a este país desde 2006 con el fin de incrementar su influencia en la zona.

El principal foco terrorista sigue estando en Afganistán y Pakistán, donde se aprecia una disminución de la actividad de Al Qaida en contraste con la intensidad de los ataques en Yemen. El informe asegura que en 2010 el número de militantes de Al Qaida aumentó gracias, en parte, al proselitismo que practica mediante el uso de las nuevas tecnologías. El informe también se ocupa de la poderosa influencia de otros grupos terroristas como Hamas e Hizbulá, que con la reciente adquisición de «sofisticados misiles» amenaza los intereses del Líbano y de otros aliados de EE UU en la zona, especialmente de Israel.

El documento contabiliza 11.500 ataques terroristas en 2010 en 72 países que dejaron 13.186 muertos, un 12% menos que en 2009, la mayoría de ellos en Oriente Próximo y Asia.

El éxito de España contra ETA
EE UU remarca el éxito de España en la lucha contra el grupo terrorista ETA, que ha quedado debilitado. El informe señala que con la «fuerte cooperación internacional», en particular de Francia, España «disfrutó de éxito en la lucha contra ETA». Aún así «España sigue haciendo frente a la doble amenaza de ETA, y los extremistas violentos afiliados a Al Qaida».