El campo en primavera por César LUMBRERAS

Me gusta el campo en todas las estaciones, porque cada una de ellas tiene su encanto. Si tuviera que elegir una entre las cuatro me quedaría con el otoño. Pero comprendo que muchos «urbanitas» prefieran la primavera. Creo que tiene su explicación. Después de unos cuantos meses encerrados en las casas de las ciudades, apetece darse un garbeo por el campo, que revienta con toda una gama de verdes, blancos y amarillos.

Es el momento para acudir a cualquier punto de España. No obstante, propongo una ruta que se puede hacer de un tirón o en varios fines de semana. Se trata de seguir la Ruta de la Plata (con algunas variaciones, eso sí) desde Sevilla, pasando por las dehesas de la provincia de Huelva y continuando por tierras extremeñas y la provincia de Salamanca. El color de las encinas, de los prados y de las tierras sembradas de cereales es todo un lujo.
Para dar placer a otro sentido, el del gusto, esa ruta ofrece numerosas posibilidades, vinculadas en una gran parte al cerdo ibérico.

Son tierras de buenas chacinas, como dicen más al sur, y de excelentes embutidos y productos curados. Durante los últimos años se ha desarrollado una cocina vinculada al ibérico que ofrece, por ejemplo, secretos y plumas con diferentes preparaciones. Por aquellos lares abundan también los quesos excelentes, que son «liberales», porque se pueden tomar al principio o al final, a gusto del consumidor.
Lo bueno de todo lo anterior es que, además de degustar estos productos in situ, también es posible volver con un pequeño cargamento a casa. ¿Se puede pedir más?