Siria

Ética y gestión

La Razón
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España vive un mal momento, se mire en la dirección que se mire. Si observamos el País Vasco da ganas de llorar. Tantos años ansiando la derrota del terrorismo para al final comprobar que todos los partidos están dispuestos a un enjuague con tal de no quedar descabalgados de un posible final del terrorismo pactado. Y mientras tanto, las víctimas, con las que el Gobierno cree haber cumplido porque les ha resarcido económicamente, que se vayan haciendo a la idea de que va a ser así. ¿Y moralmente? Algún cínico dirá que a los políticos no debemos exigirles comportamientos morales ni éticos sino una buena gestión, pues para eso les hemos elegido. Pero es que ni tan siquiera cumplen con esa premisa; y no hay más que echar una ojeada al conjunto del país. La economía va de mal en peor, aunque las cifras de paro puedan mejorar ligeramente gracias al sector turístico y a que nuestros competidores como Túnez, Marruecos, Siria... ofrecen guerra, terror, inestabilidad... De esta forma, España ha quedado casi como único destino en el Mediterráneo, lo que proporcionará empleo estacional durante el verano. Con estas expectativas el Gobierno está pensando en adelantar las elecciones generales y poder presentar un falso repunte de la economía ante los votantes. En cualquier caso, el más que posible adelanto electoral es casi la única buena noticia que nos ofrecen nuestros gobernantes.