Sevilla

Asenjo recuerda a las cofradías que «no son independientes» de la Iglesia

Asegura que la negativa de la corporación de la calle Pureza «revela un déficit eclesial».

Cristo caído de la Real Parroquia de San Ginés de Madrid. Se trata de una imagen de la escuela napolitana tallada por el escultor italiano Nicola Fumo en 1698.
Cristo caído de la Real Parroquia de San Ginés de Madrid. Se trata de una imagen de la escuela napolitana tallada por el escultor italiano Nicola Fumo en 1698.larazon

SEVILLA- Ya lo advirtió Santiago Montoto: «Ni fías, ni porfías, ni cuestión con cofradías». El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, criticó ayer duramente a las hermandades tras la negativa de la Esperanza de Triana a trasladar al Cristo de las Tres Caídas a Madrid para que participe en el Vía Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en agosto de 2011, un acto que será presenciado por el Papa Benedicto XVI.Asenjo escenificó su primer encontronazo de envergadura con un colectivo especialmente reacio a los dictámenes de Palacio. La historia no es nueva. Las cofradías han defendido siempre la soberanía de sus cabildos frente a una Autoridad Eclesiástica que, dependiendo del ocupante de la sede de San Isidoro, se ha mostrado más o menos permisiva.El prelado reiteró que «las hermandades y cofradías no son entes autónomos ni independientes». Es más, matizó que «son asociaciones públicas de fieles que tienen por finalidad el culto, la vida cristiana, la formación, el apostolado y el servicio a los pobres». Por ello, «lo único que las legitima y acredita es su inserción en la Iglesia; fuera de ella su identidad se desvanece, convirtiéndose en meras asociaciones culturales».El enfado de Asenjo fue aún más evidente cuando señaló que «parece que habrá que dar por bueno ese dicho de un hermano mayor, que aseguró que ‘una cosa es la Iglesia y otra distinta las cofradías'». «Esto es un disparate eclesiológico», subrayó.Sobre la negativa de la cofradía de la calle Pureza, lamentó que «no es la decisión más brillante», aunque la respeta «sin acritud, con humildad y sin resentimiento». «El viernes –el día que se celebró el cabildo extraordinario– no pasará a la historia de esta venerable hermandad», afirmó Asenjo, aunque reconoció que «lo que más me preocupa es el déficit de eclesialidad que revela esta decisión», tras la petición expresa del presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco Varela, y la suya propia para que el Cristo de las Tres Caídas participara en el acto piadoso.

Secuencia de los hechosPara que no hubiera lugar a dudas, explicó la secuencia de los hechos: remitió la solicitud de Rouco al hermano mayor, Adolfo Vela, junto a una misiva propia adhiriéndose a la petición. «Vela recibió con agrado la carta, buscó con éxito la financiación del traslado e incluso el seguro». También reveló que se buscó una iglesia próxima al Paseo de la Castellana para alojar el paso y se prepararon «tres solemnes eucaristías presididas por tres obispos, entre ellos yo». En este punto, tuvo palabras de agradecimiento para el hermano mayor, una persona «de gran calidad humana y cristiana, con las ideas claras sobre la identidad de las hermandades».Igualmente, dejó bien claro que no se arrepiente de no haber ejercido más presión para conseguir el «sí» de los hermanos. «El arzobispo no puede ser un cacique. Mi palabra basta, en castellano y por escrito».

El sustituto de la imagen sevillanaLos organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud desvelaron ayer los 14 pasos que participarán en el Vía Crucis que discurrirá por el Paseo de la Castellana. Tras la negativa de la Esperanza de Triana, se ha optado por un cristo caído de la Real Parroquia de San Ginés de Madrid. Se trata de una imagen de la escuela napolitana tallada por el escultor italiano Nicola Fumo en 1698.