Crisis en el PSM
El alcalde sabía que no se puede beber
Estuvo presente junto con varios trabajadores del Ayuntamiento de Cercedilla en las inspecciones que los técnicos de la Consejería de Sanidad han hecho en los últimos meses al agua corriente del municipio. Finalmente ayer, Eugenio Romero Arribas, el alcalde de esta localidad serrana, recibió una comunicación oficial en la que se le advertía que su agua no es potable y que su consumo puede causar graves daños a la salud. Pero él ya lo sabía desde hace tiempo. Presenció algunos de los análisis que se han realizado a las aguas de esta localidad en los últimos meses y, según informaron fuentes de Sanidad, pudo comprobar con sus propios ojos que la calidad del agua que sale de los grifos no es buena. Hasta ahora no había hecho nada. Ayer por la tarde sus vecinos no sabían que, por orden del Ejecutivo regional, se prohibía el consumo del líquido de sale de los grifos de sus viviendas. Romero ya tiene en su poder un requerimiento formal para que ponga en preaviso a los residentes de este municipio que multiplica su población en verano. Tendrán que seguir comprando agua embotellada o acudir a las fuentes naturales cercanas para continuar bebiendo agua.
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