Cosas raras

Hace unos años, hoy, además del Jueves Santo, la Iglesia Católica celebraba el Día del Amor Fraterno. Yo voy a seguir la tradición, me sumaré al mismo y no criticaré a Zapatero. Es más, me adhiero de forma entusiasta a las numerosas felicitaciones que supongo estará recibiendo por haber sido elegido uno de los hombres más elegantes del mundo por los franceses de Madame Fígaro. La verdad es que la noticia me ha extrañado mucho. Por más vueltas que doy a la información no veo a ZP elegante. Pero no seré yo el que discuta a nuestros vecinos galos en cosas de moda, aunque tengo la sospecha de que con este elogio a nuestro presidente quizás hayan querido propinar un varapalo al suyo, «mon ami le petit Napoleón Sarkozy», que ha pretendido llevar su «grandeur» hasta el desierto libio. Hoy debo estar obtuso, porque tampoco he entendido muy bien lo de los jueces de la Audiencia Nacional a cuenta de la excarcelación del etarra Troitiño y que ahora hayan tenido que dar marcha atrás. Supongo que habrá alguna explicación. Por eso voy a ver si me hago con los servicios de un magistrado o abogado que me explique el funcionamiento de la Justicia en determinados casos, porque no termino de comprenderlo. Además, supongo que el «pájaro» habrá volado. Mientras tanto, una parte de los españoles se ha marchado a disfrutar de estas mini vacaciones con los precios de los combustibles por las nubes, y mucho más caros que en este puente del año anterior. Tengo que encontrar a alguien que me explique cómo se fijan esos precios y las razones de las diferencias importantes entre unas gasolineras y otras. Hay días que no estoy para nada.