Cae la banda de las «furgonetas tragaperras»

MADRID- Pudieron llegar a robar unos 24.000 euros, según estima la Policía, porque se les atribuye una docena de atracos de entre 2.000 y 2.500 euros cada vez. Se trata de una banda especializada en asaltar furgonetas en las que se transportaba dinero recaudado en máquinas recreativas de diferentes locales y la Policía Judicial de la comisaría de Usera ha logrado dar con ellos en la capital, aunque operaban sobre todo por Asturias. Los cinco detenidos son tres hombres de 28, 29 y 31 años– con varios antecedentes por robo– y dos mujeres de 26 años que fueron arrestados cuando volvían de Asturias tras cometer presuntamente varios robos, según informó ayer la Dirección general de la Policía Nacional. En agosto ya fueron arrestados en Avilés otros dos miembros del grupo, a los que se imputaron doce robos similares cometidos en esa localidad, en Oviedo y en Gijón. La investigación comenzó el pasado julio, cuando se supo que en varias localidades asturianas se habían producido robos durante del traslado del dinero recaudado en máquinas recreativas.

Selección de empresas
Primero se enteraban de la localización de las empresas y después seguían durante varios días a las furgonetas hasta que decidían la localización más adecuada para cometer el robo. Llegado ese momento, aprovechaban a que el conductor se ausentaba del vehículo y se dirigía al local a recoger las monedas para forzar la puerta trasera y romper la caja fuerte en la que se custodiaba la recaudación. En una ocasión lograron sustraer 5.000 euros, según la Policía. El pasado 12 de septiembre el conductor de uno de estos vehículos se percató de que la ventanilla trasera de su vehículo estaba fracturada y había sufrido un robo, mientras una testigo aportó datos para identificar a los supuestos ladrones y localizar la furgoneta de alquiler en la que huyeron.
La Policía localizó a los presuntos miembros en Madrid, donde tenían su base de operaciones, y en la furgoneta se recuperaron bolsas con monedas procedentes de su último golpe, así como equipos de comunicación portátil e inhibidores de frecuencia.