Sáenz de Santamaría: «Europa necesita liderazgo político»

ÁVILA- En medio de un mes crucial para Europa y su moneda, que se cierra con la reunión del Consejo Europeo de mañana y del viernes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, habló ayer de futuro, de integración, de confianza y de unidad en Europa. Lo hizo durante la inauguración de la II Escuela de Verano de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) y LA RAZÓN, donde apuntó que «Europa exige un liderazgo político y un mayor impulso económico». Fue la idea central de su intervención, en la que quiso dejar claro que son necesarias reformas que llevan a una «mejor UE» y a «más Europa». Pero, sobre todo, quiso destacar la capacidad de España para salir de la crisis y emprender la senda de la confianza y la recuperación. «Ocupamos el mismo tren aun estando en asientos diferentes», dijo, mientras avisaba de que «cualquier nueva reforma no ha de estar aislada de la UE». Y comenzó con sus recetas.

Una de las primeras ideas la lanzó al cónclave europeo que arranca mañana, apuntando que es ahí donde se debe «marcar la senda de nuevas reformas» que refuercen y mejoren la Unión. En su opinión, esta tesis pasa por «más unión fiscal y bancaria que permita mejores mecanismos de regulación y supervisión y mejores mecanismos de garantía». Al mismo tiempo, la vicepresidenta insistió en que «más Europa» significa una «filosofía de liderazgo político». ¿Por qué? Porque en «momentos de zozobra y dificultades la respuesta ha de tener un impulso político», pues, añadió, «Europa es referente en el modelo de bienestar que debemos mantener».

En este sentido también puso de ejemplo a España: «Tenemos un máster en salir adelante en los momentos difíciles». «En el apocalipsis hay que tener la cabeza fría para saber que no hay que cambiar el horizonte que se busca». Tras lo que focalizó su discurso en dos parcelas: las fortalezas y debilidades de España y la consolidación fiscal y las reformas estructurales como apuestas básicas para salir del atolladero. «El contador a cero en términos de austeridad».

La vicepresidenta reconoció el activo de una estabilidad política y parlamentaria, una situación geoestratégica privilegiada, un importante patrimonio natural e histórico, una cultura que rebasa fronteras y un idioma compartido por 500 millones de personas en el mundo, un valor que se calcula en el 16% del PIB y que, asegura, podrá convertirse en un potencial de crecimiento económico mundial. Como activos fijos realzó una red de infraestructuras con una potencia logística de primer orden y un desarrollo tecnológico capaz de generar un valor añadido en el país. Por otro lado, el «capital humano y competitivo» hace que algunas profesiones sean reclamadas en el mundo, y destacó la gran aportación de pymes y autónomos para sacarnos de la crisis, «si apoyamos su desarrollo». Señaló que el acento hay que ponerlo en los sectores productivos referentes en todo el mundo. «Es importante que nuestra economía esté abierta al exterior, nuestras exportaciones suponen la tercera parte del PIB». Así dejó las debilidades de España para el café, azucaradas con estos motores impulsores del cambio.

Intereses
«Deuda externa y déficit público» fueron los primeros puntos a los que se refirió. Fue clara y no precisamente alentadora: «El déficit público se disparó hasta el 11% con el anterior Gobierno y se mantiene en el 9, cuando debería estar en el 6. Sólo daré una cifra: este año 29.000 millones estarán destinados a los intereses de la deuda». Priorizó acometer estas rémoras en nuestra recuperación económica, porque influyen en los mercados e impiden la restauración del flujo del crédito. Una de sus consecuencias es una de las «debilidades» más devastadoras actualmente: «El alto paro juvenil».

Puesta la baraja sobre la mesa, comienza la partida: la España de las reformas para salir de la crisis y crear empleo. Son la consolidación fiscal y las reformas estructurales las cartas que reparte el Gobierno. Respecto al primer punto, Sáenz de Santamaría se remitió a la pasada reforma constitucional para fijar el techo de gasto que resumió en que «no se puede gastar más de lo que se ingresa».

Tampoco se olvidó de los emprendedores, a los que «hay que dar mayores elementos de crecimiento», y anunció que el Ejecutivo trabaja sobre la nueva Ley de Emprendedores, para que tengan derecho a una segunda oportunidad y se aligeren las trabas burocráticas. Respecto a la polémica reforma laboral, Santamaría no dudó en calificarla de un «referente» que está consiguiendo un mercado «más flexible». «Hemos creado 35.545 puestos de trabajo con el contrato indefinido de apoyo a los emprendedores».

Dentro de la reforma estructural otro aspecto importante es la unidad de mercado y seguridad jurídica. «Tenemos que tomarnos en serio que estamos en un mercado único, en el conjunto de nuestro país. Y hay que terminar con la simplificación de que cuantas más leyes haya, habrá mejor regulación». Dentro de la seguridad jurídica, hizo hincapié en que tenemos un destino turístico de primer orden, y el Gobierno acaba de aprobar un plan nacional de turismo 2012-2016. No hay más remedio que dar seguridad jurídica para que los inversores extranjeros, una vez adquirido el inmueble, no se encuentren con un procedimiento judicial abierto. También se refirió a los chiringuitos de las playas, «que se han visto abocados a una regulación incierta que pone en duda su capacidad».

Habló, además, del sistema financiero. O «el meollo de la opinión pública de estos días». Saénz de Santamaría puso en antecedentes la ayuda crediticia a las entidades de nuestro país asegurando que debía haberse producido en 2008, pero que en ese momento estábamos «presumiendo de nuestro potencial». Por este motivo se refirió a la reforma de febrero y abril, que como un sistema que permite «allegar dinero a nuestro sistema financiero sin condicionalidad macroeconómica», sólo concierne a las entidades financieras pero que deja libertad para que el Gobierno acometa las reformas estructurales que considere necesarias.
Pero, principalmente, Sáenz de Santamaría quiso resaltar la confianza de la Unión Europa en las reformas puestas en marcha por Mariano Rajoy y su Gobierno, al tiempo que reconoció que son «conscientes» en el seno del Ejecutivo de que tienen que hacer «cambios profundos y evidentes». «Como España está haciendo sus reformas con un ritmo adecuado y un calendario marcado, se reconoce esa capacidad de confianza que nos permite hacer a nosotros las reformas en el sentido que tengamos por conveniente y siendo muy conscientes de que los cambios tienen que ser profundos y evidentes», comentó.

Claves de la intervención
Política y prensa
«La defensa de la libertad debe unir al político y al periodista»
«Políticos y periodistas comparten el triste destino de tener que hablar hoy ya de cosas que hasta mañana no comprenderán totalmente». Y no sólo ellos. En una situación económica como la que atraviesa el país, sólo en los resultados de una batería de reformas y ajustes, la sociedad podrá comprender mañana. Sáenz de Santamaría, que señaló que quienes ejercen estas profesiones se encuentran «en la misma sala de espera en una estación de tren», apuntó que «si hay algo por encima de todo que debe unir a político y periodista es la defensa del bien común de la libertad». Por ello, recalcó que a ambas profesiones debe unirlas la «completa conciencia de contribuir al progreso de la sociedad y la necesaria conciencia de poner nuestro trabajo como riel del avance a todos los ciudadanos».
 

Ley de Régimen Local y pago a proveedores
«Hay que tener claro qué tienen que gestionar los ayuntamientos»
Durante su intervención, Soraya Sáenz de Santamaría también se refirió a la modificación de la Ley de Bases de Régimen Local. Según la vicepresidenta, a lo largo de las próximas semanas se aprobará el anteproyecto, cuyo objetivo es el de «definir las competencias que tienen que ser propias» de las administraciones cercanas al ciudadano. «Hay que eliminar duplicidades y tener claro lo que tienen que gestionar los ayuntamientos».
En cuanto a los proveedores, recordó que las administraciones locales ya disponen de 27.000 millones para pagarles, una tarea que comienza hoy con 4 millones. En total, se pagarán las deudas a unos 30.000 proveedores de las comunidades autónomas, lo que supondrá, dijo, «una inyección en la economía real de 17,5 millones de euros».
 

ESPAÑA
No dudó la vicepresidenta en ensalzar a España y el importante papel que juega en el seno de la Unión Europea. Sobre todo, Sáenz de Santamaría destacó las bondades del país, como, por ejemplo, «la lección de responsabilidad que están dando los ciudadanos con madurez y sacrificio». Pero también hizo hincapié en los atractivos de España de cara a recuperar la confianza fuera de nuestras fronteras, como es su incomparable situación atractiva para el turismo, el idioma, su patrimonio... y la fortaleza de los españoles: «Somos un país que se ha hecho a sí mismo y que se rehace ante cualquier dificultad», apuntó en busca de esa confianza exterior perdida.