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Está preparada Europa ante la «super bacteria»

Según la citada Sociedad Europea de Microbiología Clínica, no es probable que se disponga de nuevos antibióticos en los diez próximos años como mínimo.

Europa está mal preparada para hacer frente al desafío para la salud pública que presentan las bacterias resistentes a los antibióticos como la identificada recientemente en un artículo publicado en la revista The Lancet.

"Las últimas informaciones sobre la rápida difusión de una bacteria resistente a los fármacos alertan sobre la naturaleza y magnitud del problema con el que nos encontramos", afirma en un comunicado el profesor Giuseppe Cornaglia, presidente de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas.

"En toda Europa hemos estado siguiendo e informado sobre la emergencia en los diez últimos años de bacterias similares resistentes a todos los antibióticos, incluidos los del grupo de carbapenémicos, desde que hicieron por primera vez su aparición en Verona (Italia)", agrega el experto.

"Experiencias de países como Italia, Grecia e Israel indican que si los profesionales carecen de preparativos y de recursos, las infecciones originadas por las bacterias resistentes a esos antibióticos (de último recurso) presentan una importante amenaza tanto para los pacientes como para el sistema sanitario en su conjunto", advierte Cornaglia.

Según la citada Sociedad Europea de Microbiología Clínica, no es probable que se disponga de nuevos antibióticos en los diez próximos años como mínimo, por lo que las autoridades sanitarias deben intensificar sus esfuerzos de vigilancia y seguimiento de esas infecciones tanto a nivel nacional como multinacional.

Un estudio llevado a cabo por un equipo dirigido por el profesor Timoothy Walsh, de la Universidad de Cardiff, y publicado en The Lancet alertaba de la difusión de una bacteria resistente a los antibióticos que hasta ahora sólo se había detectado en pacientes de la India y Pakistán.

La resistencia de esa bacteria, del género de las enterobacteriaceae, se debe a un gen bautizado NDM-1 (Nueva Delhi metalo-b-lactamasa 1), que se descubrió recientemente en algunos pacientes británicos, lo que se atribuye a sus viajes por alguno de esos países asiáticos.

Según los autores del estudio, la difusión de ese gen puede llegar a representar un grave problema de salud global dada la creciente ineficacia de los antibióticos de última generación para combatir la infección.