Actualidad
Ciudadano periodista por Sabino Méndez
Hace dos semanas, un periodista publicó, sin especificar su autor, unas declaraciones de alguien menospreciando el bable. Como las transcribía a renglón seguido de otras firmadas por mí, el lector menos despierto interpretaba erróneamente que podía haberlas hecho yo. Me pasé el fin de semana aclarando que esas opiniones no eran las mías. ¿Cómo iba a tenerlas yo, si soy hijo de asturiano, nieto de un pescador de Viavelez, catalán y bilingüe? Los que me conocen saben que es imposible. Decía mi maestro que el periodista es el ciudadano del cual los ciudadanos se dotan para que cuente cómo van las cosas. Un mediador entre la realidad y el público. Cuando el periodista falla o se confunde, llega lo imprevisible. Me abstuve de protestas inútiles o desplantes, recordándome a mí mismo que, por encima de todo, un periodista es un ser humano y, como todos, a veces yerra por prisa. Ya lo aclararíamos frente a un par de copas.
Ahora bien, como actualmente me encuentro en una posición central en deshacer todo ese inmenso lío de la SGAE y eso crea enemigos, ¿adivinan quién intentó sacar partido para perjudicarme? Efectivamente: algún foro de internet. La prensa escrita puede equivocarse pero, al final, siempre hay un hombre o empresa tras aquellas palabras. No así en los foros digitales, el paraíso de la falta de fiabilidad, de los que no quieren ser responsables de sus propias palabras o actos, dónde se echan a correr los bulos sin contrastarlos y luego se insulta gravemente desde la ignorancia o el anonimato a los inocentes. En eso ha quedado ese internet que amamos tanto, aquella herramienta que parecía que anunciaba el futuro. Resquebrajado el espejismo, vemos ahora por sus grietas asomar los viejos espectros del ser humano que conocemos bien: fascismo, sectarismo y coerción. Nos hallarán bien preparados para luchar contra ellos una vez más.
✕
Accede a tu cuenta para comentar