Sao Paulo
El desliz de un juez: condena a un «sin techo» a prisión domiciliaria
Las sanciones de algunos magistrados son, cuanto menos, incoherentes. Esta condena podría sumarse a la larga lista de sentencias absurdas, como la del reciente caso del marido condenado a invitar a cenar a su mujer por agarrarla del cuello.
Hay condenas judiciales absurdas que, se miren por donde se miren, no tienen mucho sentido. La última de ellas se ha dictado en Sao Paulo (Brasil), donde un juez ha puesto a un mendigo bajo arresto domiciliario por un delito de robo. Lo realmente absurdo es que este indigente se enfrenta a una pena de cárcel si incumple la orden del juez de prisión domiciliaria aunque, obviamente, no tiene casa.La sentencia se dictó la pasada semana, según publica la web que se encarga de la defensa del transeúnte, la ONG Instituto de Defensa del Derecho a la Defensa (IDDD). La odisea para este sin techo, sin embargo, comenzó en octubre. ¿El protagonista? Nelson Renato da Luz; ¿El delito? Robar unas placas de aluminio de una estación de metro. Según publica el medio brasileño "Correio da Bahia", el indigente padecía una enfermedad mental, condición por la que según el juez Gonçalves Figueiredo, encargado del caso, éste debe permanecer bajo arresto domiciliario para evitar que vuelva a cometer algún delito.
Evitar "clichés"por decir que es un mendigoEl punto de desacuerdo surge con la supuesta casa del indigente. Si Nelson Renato da Luz no tiene una vivienda propia, se encuentra constantemente expuesto a ser arrestado de nuevo por no cumplir la condena. El juez Figueiredo Gonçalves no vio la necesidad de internar en prisión al mendigo puesto que el delito cometido no acarreaba violencia de ningún tipo. Aun así, desde la defensa, y ante la imposibilidad de permanecer en su casa, piden que sea puesto en libertad.Desde "Informe 21"se apunta que la ONG Instituto de Defensa del Derecho a la Defensa (IDDD), encargada de la defensa del indigente, asegura que en el informe previo al juicio no constaba la condición de mendigo de Nelson Renato, con el fin de no dar pie a clichés y prejuicios al no tener un techo bajo el que recogerse. A tenor de lo absurdo de la situación, los representantes de la ONG confían en que la justicia brasileña modifique la decisión y se adopte una resolución más acorde con la situación real del condenado.
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