Nueva Orleans
La maldición de la «superluna»
La «superluna» ha suscitado teorías catastrofistas que explican el terremoto de Japón y anticipan desastres.
Nueva York- Cuando ayer por la noche los amantes de la Luna salieron de su casa, sabían que lo primero que tenían que hacer era mirar al cielo. Fue cuando el único satélite natural de la Tierra ha estado más grande, brillante y más cerca del planeta terrestre en los últimos 18 años. Ha sido lo que algunos llaman ya la «superluna». «Va a ser muy grande y brillante. Se verá que reluce más que una luna llena normal», anticipó el astrónomo de la NASA Dave Williams. Según pronosticaron los científicos, la Luna pasó más cerca que nunca o, al menos que en las últimas dos décadas, del planeta terrestre, iluminando el cielo nocturno desde sólo unas 221.567 millas, alrededor de 356.577 kilómetros. Más próximo que de costumbre si se compara con las distancias habituales que son de unos 382.900 kilómetros.
También se pudo observar un 14 por ciento más grande y un 30 por ciento más brillante. Pero, ¿ha sido esta «superluna» tan súper? Cada mes, cuando hay luna llena, este satélite siempre se nos aparece con forma de plato gigante. Pero, porque su órbita tiene forma de huevo, hay veces que está en su perigeo o apogeo, punto más cercano a la Tierra o más lejano, respectivamente. El 12 de diciembre de 2008, la Luna también alcanzó el perigeo a las 21:39 GMT a una distancia de 221.559 millas, unas seis más cerca que ayer. Por ello, puede ser cierto que la «superluna» no haya sido tan súper al fin y al cabo.
Lo cierto es que, durante semanas, la extraña luna llena que hemos visto ha desatado gran interés en internet. Los astrólogos profesionales y los «amateur» han especulado con que esta «superluna» podría provocar cambios extraños en el tiempo atmosférico. El terremoto y tsunami de Japón han servido para confirmar los argumentos de los creyentes en astrología, a pesar de que no es una ciencia real y se limita a relacionar los acontecimientos astronómicos y místicos. Pero ha sido suficiente para que se pregunten si habría tenido algo que ver con este desastre natural. Para otras personas, es un hecho consumado. El término «superluna» apareció por primera vez en la página web del astrólogo Richard Nolle, www.astropo.com, el cual asegura que traerá grandes terremotos, tormentas y patrones climáticos anormales.
Entre sus seguidores, Mark Paquette indica en su «blog» que hubo «superlunas» en 1955 (en referencia a las inundaciones en Australia), 1974 (por el ciclón «Tracy» también en este país), 1992 (huracán «Andrew») y 2005 («Katrina»). Años que tienen en común tiempos extremos y desastres naturales. «¿Es una coincidencia que estas catástrofes tengan lugar cuando hay "superluna?"», reflexiona Paquette. Es común argumentar estos sucesos con distintas teorías. Los brujos haitianos explicaron el terremoto de enero de 2010 con que «Dios había bailado o movido la tierra», mientras otros consideran que estos sucesos son las formas que tiene la naturaleza de quejarse ante las atrocidades que comete el ser humano.
El huracán «Katrina»
Con el huracán «Katrina» de 2005, muchos ciudadanos de Nueva Orleans plantearon explicaciones parecidas. Todavía así, los científicos han desmentido que haya cualquier conexión entre la posición del único satélite natural de la Tierra y los desastres naturales. El sismólogo de la Universidad de Washington en Seattle, Jon Vidale, concluyó que «la Luna y el Sol influyen un poco sobre la tierra, y cuando miramos atentos podemos ver un mínimo incremento de la actividad tectónica». Pero en los momentos de lunas nuevas y llenas, sólo se puede ver un uno por ciento de incremento en la actividad sísmica de la Tierra.
En cuanto el fenómeno de ayer noche, parece que todo fue diferente: la luna llena estuvo a punto de coincidir con la llegada de dicho satélite a su punto perigeo, el más próximo a la Tierra. Y, por eso, nos pareció más cercana y grande en nuestro cielo. No sólo fue lo que nos sugería la visión de la Luna, protagonista de las pasiones más inconfesables de algunos literatos. También fue confirmado por la NASA, que anticipó que no se producía la misma circunstancia desde hace años. La última vez fue en marzo de 1993. Debido a que el tamaño de la órbita varía, cada perigeo, o punto más próximo a la Tierra, es diferente. Y los científicos tampoco se pusieron de acuerdo. Según las previsiones del astrónomo Geza Gyuk del Planetario Adler de Chicago «se va a ver (por ayer) durante toda la noche. Será precioso buscar la Luna en el horizonte del este mientras el Sol se pone por debajo del oeste», indicó.
Es ahora cuando incluso los científicos se permiten reconocer que se mezcla la ilusión con la realidad que produce una vista espectacular. Al ver la Luna de fondo, pero con forma de globo hinchado, da la sensación de que se puede extender la mano y tocarla. Todavía así, esta cercanía es pura ilusión.
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