Crítica
El Real olvida a los españoles
La curiosidad era grande y las expectativas no quedaron defraudadas al conocer por boca del responsable artístico del Teatro Real, Gerard Mortier, los títulos que compondrán la temporada 2011-2012, la primera que lleva enteramente su firma y que definió con dos palabras: «Muy exigente»
Serán 13 títulos, 9 de ellos de obras del XX, aunque apenas habrá artistas españoles (pero sí volveremos a escuchar a Plácido Domingo, esta vez en «Cyrano de Bergerac», cuyo foso ocupará Pedro Halffter, mientras que la dirección de escena de «I due Figaro» de Mercadante la firmará Emilio Sagi). Y lo explicó así: «Ningún director de ópera ha hecho tanto por los artistas españoles como yo. Hay muchas voces buenas, pero falta estilo. Se canta igual a Puccini que a Verdi y las voces mozartianas son muy malas». Y echó en falta un «atelier lirique» para entrenar las gargantas patrias: «Ya lo he hablado con Teresa Berganza», comentó.
Acto seguido explicó con detenimiento los tres caminos sobre los que transitará el próximo año, una hoja de ruta que será su santo y seña: el primero, integrado por las grandes obras del siglo XX, entre las que están «Elektra», de Strauss, que abre el fuego y que ya ha sido vista dos veces en el coliseo; «Pelléas et Mélisande», de Debussy, y «Lady Macbeth de Mtsensk», de Shostakovich. El segundo por las piezas que «podrían ser de repertorio, aunque son poco conocidas. «Vamos a descubrir a Mercadante, tan importante como Rossini o Donizetti (ausentes ambos del Real), pero más desconocidos, en ‘‘I due Figaro', que supondrá el debut en el teatro de Mutti. Contaremos también con Franco Alfano y ‘‘Cyrano de Bergerac''. Se preguntarán por qué no con Puccini: pues porque Alfano es tan importante como él. Escucharemos ‘‘La clemenza de Tito'', nueva producción mozartiana, y un programa doble con ‘‘Iolante'' y ‘‘Perséphone'', de Tchaikovski».
Batutas de noche
La tercera vía de la que se servirá Mortier es la de los nuevos caminos para abrir la ópera al mayor número de públicos. Lo hará con dos títulos: «Vida y muerte de Marina Abramovic», con música de Anthony (cantante de Anthony and the Johnson, sobre quien dijo que «el canto es más que el bel canto. Un artista como él puede estar en este teatro», apostilló,) y el estreno de «C(h)oeurs», un proyecto de Alain Plater con música de Verdi y Wagner. Dentro de este apartado también engloba a «Ainadamar», de Golijov, y «Poppea e Nerone», que dirigirá Sylvain Cambrelling. Tres óperas se escucharán en versión concierto: «La finta giardiniera», de Mozart, «Don Quichotte», de Massenet y «Rienzi», de Wagner. El verismo descansa esta temporada, quién sabe si para entrar con renovadas energías en las siguientes. El ciclo «Grandes voces» desaparece para dar paso a «Las noches del Real», seis días consagrados a otras tantas batutas: Sir Neville Marriner, Jaroussky, Gergiev, Frühbeck de Burgos y Christine Schäfer.
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