De acosos y cumpleaños por Martha Beatriz ROQUE

Como parte de la celebración del cumpleaños del ex presidente Fidel Castro el 13 de agosto, mi calle amaneció con una actividad de pintura de carteles alegóricos por las Brigadas de Respuesta Rápida que duró más de siete horas y estuvo dirigida por dos oficiales conocidos de la Seguridad del Estado, los tenientes coronel Mario y Antonio.

Mi casa está ubicada en un pasillo de un metro 25 centímetros de ancho a la altura de la puerta de la calle. Ahí, durante más de cinco años, permaneció una foto del dictador que fue retirada el pasado 18 de junio.

Durante la jornada del 13 de agosto volvieron a colocar esta foto, del dictador 30 años atrás, que tiene unas dimensiones de un metro de largo por 75 centímetros de ancho. También restauraron todos los carteles que estaban despintados, las banderas, etc.

Vivo en el tercer apartamento. En el cuarto hay un cuartel de la Seguridad del Estado, bajo una fachada que indica que ahí reside un hombre llamado Rafael Santiesteban, quien ni siquiera pernocta en la vivienda. Dentro de esta casa se encontraban, incluso sin camisa, los oficiales Mario y Antonio; ya que se sienten como en su casa.

Me visitaron dos disidentes de Santiago de Cuba: Eunises Madanla y Doraisa Correoso, y cuando ambas se retiraron fueron seguidas por uno de los oficiales, sin conocer hasta el momento su paradero.

En la actividad participaron más de diez personas, entre dibujantes, limpiadores y suministradores de café y merienda. La mayoría de ellos me han golpeado durante los mítines de repudio a los que he sido sometida; y cuando les paso por al lado en la calle, hacen señas obscenas, escupen y dicen vulgaridades.

Podría decirse que lo que hace el régimen da pena, así como los que para reprimir tienen que usar una foto del «compañero Fidel». Si no fuera todo tan bajo y mezquino, movería a risas.

Martha Beatriz ROQUE. Economista y disidente del Grupo de los 75