Castilla y León
El poeta Colinas seduce con su hondura en la Feria del Libro de Guadalajara
Resumir casi cincuenta años de poesía no es fácil, pero el poeta leonés Antonio Colinas logró emocionar a un nutrido grupo de lectores a los que leyó una selección de sus poemas, «muy unidos a la experiencia de vivir» y que, «frente al malditismo airado», buscan sanar.
«La poesía es palabra que sana y salva, dijo Antonio Colinas, de 64 años, en una de las veladas poéticas que se organizan en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y que representan un verdadero remanso de paz en medio de la multitud que acudió a la FIL.
Colinas, uno de los poetas españoles más premiados y cuya obra se caracteriza por su capacidad para fundir tradiciones literarias, culturales y filosóficas, fue presentado por la escritora y periodista mexicana Karla Sandomingo.
Sandomingo aludió a «la contemplación, a las imágenes poéticas que reflejan instantes visuales como ráfagas», como una de las constantes de la poesía del autor de «Sepulcro en Tarquimia» (Premio Nacional de la Crítica 1975).
Como reveló esta poeta, Antonio Colinas se considera «un extraterrestre», porque «en estos tiempos que corren», dados a la frivolidad, dedicarse a la poesía no es lo habitual. Y aunque sea un extraterrestre, el escritor quiere que sus versos «no se deslinden del lector, que no sean inaccesibles». «La obra de Colinas tiene como punto de partida la vida cotidiana, desde la cual observa el mundo», afirmó Sandomingo, antes de que el autor de «Los silencios de fuego» hablara de las tres grandes etapas que hay en su poesía, la primera de ellas «más apegada a la emoción, a la cultura» y cuya obra central sería «Sepulcro de Tarquinia». Ese libro es, en opinión de muchos lectores, el mejor de Colinas, pero el autor prefiere «Noche más allá de la noche».
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