Francia
Rajoy pide el voto a los defraudados con la izquierda
«No tengo más objetivo que responder a las justas exigencias de los ciudadanos»
SEVILLA- Los «indignados» siguen colándose en el discurso electoral de los últimos días de campaña. En el caso del PP, Mariano Rajoy ha intentado seguir la misma regla que con otros asuntos que se le han cruzado por el camino, como, por ejemplo, la legalización de Bildu. Es la regla de apartarlos en la medida de lo posible a un lado e intentar que alteren lo mínimo posible su guión electoral. Pero en este caso la fuerza de la realidad se ha impuesto y a horas de que venza el plazo para pedir el voto Rajoy ha virado rumbo para dejar algunos recados a los que están en la calle, a sus militantes, a los indecisos y a los que en otro momento eligieron al PSOE y ahora, debido a su «mala» gestión de la crisis, están «defraudados».
Para ello, primero se sacudió uno de los mantras de las movilizaciones que se han erigido en decorado de estas elecciones. Así, los que están en la calle claman contra el bipartidismo imperfecto y reparten culpas de manera proporcional entre los dos principales partidos. Y la réplica que les dio Rajoy en Andalucía consistió en llamar al voto útil, al voto «libre, valiente y decidido» para echar al Gobierno socialista. Además de descargar en Rodríguez Zapatero toda la responsabilidad del paro y de la situación económica. «No tenemos más adversario que el paro. Otros hablan de amigos y enemigos. Nuestro único enemigo es la crisis y la desesperanza», proclamó.
En el traje de candidato «in pectore» con el que se pasea por España desde que arrancó la larga precampaña el líder del PP hizo ayer una defensa en toda regla del actual sistema de representación y apeló a la sociedad para que ejerza su derecho al voto. «A los Gobiernos que no están a la altura se les quita con un voto decidido y a los que cumplen se les vuelve a votar. Ésa es la regla de juego de cualquier democracia».
El PP revisa los últimos tracking y echa sus últimas cuentas sobre su mapa electoral con una incógnita de futuro, qué será de los «indignados» cuando pase el domingo 22 de mayo y se confirme, como ellos esperan, su histórico triunfo. Hasta el último momento de esta campaña que hoy cierran la estrategia de Rajoy seguirá ajustada al principio de no movilizar a la izquierda, con la que identifica mayoritariamente, por cierto, a los manifestantes que han acampado en la madrileña Puerta del Sol o en otras plazas del territorio nacional. Pero también necesita que ninguno de los suyos dé por ganada la partida o desista antes de tiempo.
Y como garantía de futuro para ganarse a esos potenciales votantes que todavía dudan Rajoy reivindicó las políticas de Alemania o de Francia –países con otras cifras de paro y de crecimiento– porque son las mismas que las de su partido y las mismas que ya aplicó el Gobierno de Aznar. «No tenemos más objetivo e interés que responder a las justas exigencias de los ciudadanos».
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