Teatro

Literatura

La visita de los viejos caballeros

Cuando su viejo coche le deja tirado en mitad de la noche y recibe la invitación de un amable grupo de ancianos para cenar, el representante de una firma de textiles Alfredo Traps no puede sospechar lo que está a punto de comenzar para él

Asier Etxeandia y José Luis García-Pérez, en la obra
Asier Etxeandia y José Luis García-Pérez, en la obralarazon

Con «La avería», Friedrich Dürrenmatt («La visita de la vieja dama») ahondó en su ácido rerato del hombre. Blanca Portillo deja la actuación una vez más para dirigir, con un reparto encabezado por Emma Suárez y Asier Etxeandia. Son dos de los ancianos que invitan a Traps, encarnado por José Luis García-Pérez, a un juego: «Esa cena y ese juego harán que Traps vea su vida desde otro ángulo, desde un lugar nuevo para él. Es como si pasara al otro lado del espejo y se descubriera a sí mismo», dice Portillo. El humor negro y la mirada cáustica a la naturaleza humana son sendas señas de identidad del autor: «Amaba al ser humano pero era consciente de lo desastroso que es. Usa el sentido del humor para analizar los defectos de éste, la ironía, incluso la crueldad, aunque detrás hay un enorme amor por el hombre», cuenta. A Portillo, la idea del montaje le rondaba desde hace 17 años. Y explica que del texto, un cuento del que el autor sacó un guión radiofónico, «me atrajo primero su visión de la realidad. No es "realista", es una lectura de la realidad con elementos mágicos construidos con verdad pero que traspasan por completo el naturalismo o la imitación de la realidad».

También le atrae «la tesis de la obra, la idea de que nos pasamos la vida juzgando a los demás y somos incapaces de juzgarnos a nosotros mismos. Hay otra línea maravillosa que habla sobre la diferencia entre ley y justicia. Y hace un análisis sobre la sociedad que estamos construyendo donde lo que importa es el éxito y conseguir ciertas cosas a determinada edad y en la que se están perdiendo valores como el amor, la solidaridad... Que, además, expulsa a los ancianos, los jubila y deja de considerarlos útiles, los arrincona y se olvida de ellos». Viejos, pues, aunque todos son actores jóvenes bajo un espeso maquillaje que apenas deja entrever los rostros de Fernando Soto, José Luis Torrijo o Daniel Grao. «No ha habido problemas de ego. Estos actores son de los que quieren construir personajes, desaparecer tras otro ser humano. Ésa es en definitiva la labor del actor. La caracterización les ha ayudado a eso, más allá del tiempo que supone maquillarse cada día», aclara Portillo.


Dónde: Naves del Español-Matadero Madrid.
Cuándo: hasta el 24 de abril, de martes a domingo.
Cuánto: 22 euros. Tel. 914 730 957.