Siempre sevillanos

Victorio y Lucchino siempre se han declarado sevillanos en cualquier parte del mundo donde han llegado con sus creaciones. Me consta que a lo largo de su carrera, han tenido generosas propuestas para instalarse en Barcelona o París, pero siempre mantuvieron que las bases para sus colecciones serán siempre los colores, los olores, la luz de su tierra. Por eso les sería imposible desarraigarse de Sevilla. Un año más presentaron su colección de primavera-verano en la semana de la moda de Madrid. Sorprendieron con una colección diferente, más pegada al día a día y con una gama de colores bellísima, que entroncan con lo étnico. Combinan muy bien los colores y los tejidos y el resultado es magnífico. Siempre despiertan expectación, pero en estos momentos están en pleno «candelabro». La colección de novias que presentaron en Barcelona fue un rotundo éxito. Añadamos que sus novias han sido de auténtico lujo. El traje que lució en su boda Carmen Solís, hija de Carmen Tello y el Marqués de Valencina, causó admiración general, «creación auténticamente regia», que diría algún cursi. Ahora tienen el desafío de vestir a la Duquesa de Alba en su tercera boda, y además rematarán faena diseñando igualmente el modelo que lucirá la madrina, Carmen Tello. En su desfile madrileño no le faltaron los amigos: la Duquesa de Sevilla, la Marquesa de Méritos, Carmen Calvo, Cristina Ibarra, Isabel Herce, Ana Gamazo, Begoña Trapote, el Conde de Bañares, Josemi Rodríguez Sieiro… Fueron las imágenes de un auditorio repleto de público. A pesar de lo que se escriba y se diga, todavía en España no hay clara conciencia de la importancia que los diseñadores han tenido y tienen en el prestigio y en la economía del país, obligado es citar Francia o Italia en este capítulo. Si un español, Amancio Ortega, ha sido capaz de ser líder mundial en el bajo coste, ¿por qué no ocupamos un lugar más importante a la hora de las ventas en el diseño de gran nivel?