Eude reivindica la mirada pop del cartelista Hockney

BARCELONA- La Galería Eude de Barcelona vuelve a recuperar una de las miradas más agudas de la pintura de la segunda mitad del siglo XX. El británico David Hockney ocupará a partir de este jueves las paredes de esta sala, pero desde de una de sus facetas más desconocidas como es la de cartelista. La muestra reúne los carteles que el pintor realizó entre 1964 y 1986.

La propuesta de Eude se centra en una de las etapas más interesantes en la trayectoria de Hockney, porque es la que forja el estilo y carácter del autor, uno de los más destacados nombres del Pop Art.

Periodo clave
La muestra inicia su recorrido en la fecha en la que Hockney se traslada a Los Ángeles, la ciudad en la que todavía reside hoy. Es también el momento en el que pinta el primero de sus cuadros protagonizados por piscinas, un tema que ha convertido en uno de los iconos de su obra plástica. De esta manera, llegaba al mundo de la pintura pisando fuerte, apostando por la figuración en un tiempo en el que el informalismo se adueñaba de las galerías de arte de todo el mundo.

Precisamente las piscinas también aparecen en algunos de los carteles realizados por Hockney. Un buen ejemplo se encuentra en la obra que realiza con motivo de los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, con un atleta olímpico saltando al agua para competir en natación. Todo ello lo hace sin renunciar a su propio estilo pictórico.

La exposición también permite conocer al Hockney que ha trabajado para el teatro. Uno de los carteles es el relacionado con un montaje de «Parade», el famoso ballet de Satie, para la Metropolitan Opera de Nueva York. Para el pintor aquel trabajo fue un reto porque su obra se ponía al servicio de una música ilustrada en su origen por Picasso.

Además de su fuerza expresiva, la muestra también nos ayuda a conocer las distintas maneras de trabajar del pintor, algunas de ellas singulares y revolucionarias. Un ejemplo lo podemos encontrar en el póster que realiza para la Andre Emmerich Gallery, de Nueva York, en 1982, para la exposición «Drawings with a Camera», es decir, dibujando con una cámara. David Hockney empleó numerosas imágenes tomadas con una cámara fotográfica para reconstruir, casi desde una perspectiva que podría denominarse como cubista, desde rostros humanos a bodegones de todo tipo.