Debate Estado Nación

Un trago difícil de digerir también para el PSOE

Caras largas en la bancada socialista durante la intervención del presidente
Caras largas en la bancada socialista durante la intervención del presidentelarazon

MADRID- Dicen los expertos en comunicación política que cuando un anuncio, medida o decisión es necesario explicarla más de una vez es porque algo se ha hecho mal o porque en realidad no hay quien la entienda. Con los recortes que desgranó ayer Zapatero se dan las dos circunstancias: se ha hecho mal y además no hay quien lo entienda. No es que no sean necesarias las medidas es que llegan tarde y por eso para la inmensa mayoría de los ciudadanos serán difíciles de entender. Si el CIS empezara un trabajo de campo mañana mismo, lo arreglaría, seguro. Todo esto viene a cuento de que ayer, cuando a las 9.30 no había acabado Zapatero aún su intervención, la Secretaría de Estado de Comunicación ya andaba por los pasillos de la Cámara Baja repartiendo argumentarios. El primero, a modo de glosa del discurso del presidente, llevaba por título «Zapatero pide un esfuerzo nacional para dejar atrás la crisis» Y decía que «no es fácil para el Gobierno aprobar las nuevas medidas anunciadas, pero son necesarias porque reducirán el déficit, son equitativas y dosifican el esfuerzo». El primer escrito reproducía una de las frases más sentidas de Zapatero durante la mañana dirigida a los ciudadanos: «Sois la columna que sujeta al país. Sois los que cargáis con su peso, los que garantizáis el presente y el futuro de nuestra sociedad, sus posibilidades de crecimiento, de bienestar, de éxito…». En seguida llegó el segundo texto («No se tocan los pilares del Estado de Bienestar») para añadir que «pensiones, sanidad, educación y prestación por desempleo quedan fuera del ajuste». El tercer intento pasaba a la ofensiva tras una letal intervención de Rajoy, fácil de entender por el ciudadano medio. «Las propuestas del PP aumentarían el déficit en casi 15.000 millones» era el título de un papel que glosaba algunas de las iniciativas defendidas por el PP en el Congreso y el coste que hubiera supuesto para las arcas públicas. Aún habría un cuarto: «A Rajoy no le importa perjudicar a España, si eso le permite gobernarla».Tres páginas con declaraciones de líderes del PP que ponían en duda la solvencia de España en el exterior.Todo para intentar la digestión de un trago indigesto. Pero, sepan, que hasta dentro del PSOE hay ya un profundo rechazo al recorte. Se hizo visible ayer con la actitud de algunos diputados socialistas, como Alfonso Guerra, Francisco Fernández Marugán la ex ministra Trujillo o el diputado de la corriente Izquierda Socialista (IS), Barrio de Penagos. Los cuatro asistieron impasibles al aplauso forzado con el que la bancada del PSOE despidió a Zapatero. IS anuncia una fuerte contestación interna.