España

«Queremos tener trabajo»

En sus mochilas llevan esperanza. No cabe el escepticismo, ni la confrontación y la fe es su mejor armadura ante las cifras debastadoras de desempleo juvenil.

Peregrinos de República Dominica con su «devaluada» moneda
Peregrinos de República Dominica con su «devaluada» monedalarazon

MADRID- Cargados de principios y valores, los jóvenes de la JMJ hablan también sobre la crisis o el paro y piden a sus gobiernos que los tengan en cuenta.
 El padre Timotty Peter ha llegado con un grupo de jóvenes de Vermont (EE UU) y asegura que la crisis que se vive en Norteamérica «afecta sobre todo a las clases medias». Para Joshua Kilburn, una de las principales preocupaciones de los jóvenes americanos es no saber si van a poder pagarse la universidad. «Los bancos no dan crédito ni para pagar las matrículas y muchos no tienen ahorrado lo que cuesta estudiar una carrera. Se vive con gran angustia esta situación». Además, «ya no se sale tanto a comer fuera de casa y la compra se hace al por mayor».
En República Dominicana las cosas no son mejores. Iván Sepúlveda y Mikanly Vázquez identifican la crisis económica de su país con la educación. «Hay mucho desempleo. Tenemos pocas facilidades y los jóvenes tenemos que trabajar en cosas para las que no hemos estudiado. Además, nuestra moneda está muy devaluada. La Iglesia nos ayuda con cursos de formación para prepararnos para otras cosas», cuentan.
Julien Spiewak tiene 27 años, pertenece a las juventudes Vicencianas de Francia. Cree que el paro es el principal problema de los jóvenes franceses. «Tengo muchos amigos sin trabajo, con sus carreras terminadas, pero la situación que vive España es peor». Julien ve en la JMJ un punto de encuentro para aunar opiniones con el resto de países sobre la crisis que se vive en todo el mundo y apuesta por una «Europa unida». «Los jóvenes esperamos que todos podamos trabajar, para hacer una Europa más fuerte». «Es difícil formar una familia o comprarse un piso en Francia, pero hay que buscar una solución». Queremos tener trabajo».
 En Kuwait la crisis y el paro se ven con distancia. Fredy y Charlene han llegado junto a 60 kuwaitíes a la JMJ. En Kuwait la mayoría es musulmana y los católicos no suelen ser nativos. Para ellos la crisis económica es algo lejano. «Los jóvenes encuentran trabajo sin problema», destaca Fredy, aunque ante la crisis mundial hace una reflexión: «Nos preocupa que al final nos termine afectando».