Alerta en el Alto Guadalentín ante una posible epidemia por el ganado muerto

MURCIA- Las fuertes lluvias torrenciales de la semana pasada han provocado graves daños en las explotaciones agrícolas y ganaderas de Lorca y Puerto Lumbreras. De hecho, cuatro días después de la catástrofe natural aún se encuentra anegadas cerca de 500 casas de la huerta lorquina, según explicó ayer el primer edil de Lorca, Francisco Jódar, quien resaltó que una de las mayores preocupaciones del Ayuntamiento es que la retirada de animales muertos se haga con urgencia para evitar problemas sanitarios, derivados del proceso de putrefacción de los cadáveres.

Al respecto, señaló que hasta ahora han sido retiradas entre 150.000 y 200.000 kilos de cadáveres de cerdos, reses y caballos, pero principalmente de ovino, al tiempo que matizó que aún quedan caminos rurales de acceso a granjas por abrir y «por descubrir los animales que estén debajo del lodo y del agua».

En este sentido, la Consejería de Agricultura y Agua continúa las labores de recogida de animales fallecidos y evaluación de daños en los cultivos de la comarca del Guadalentín, como consecuencias de las inundaciones, que afectaron, sobre todo, a pedanías de la huerta lorquina y lumbrerense.

De esta forma, los técnicos del servicio de Sanidad Animal de la Comunidad, en colaboración con el personal de las administraciones locales, trabajan intensamente desde el sábado en las zonas afectadas, principalmente en El Campillo y Purias, ambas diputaciones de Lorca, así como en la pedanía de El Esparragal de Puerto Lumbreras, para evacuar los cadáveres de animales.

No obstante, el desarrollo de los trabajos se está realizando en función de la accesibilidad de los terrenos y las solicitudes de ayuda de las explotaciones ganaderas, por ello, desde la Consejería de Agricultura se pide la colaboración a los ganaderos de la zona para que, en la medida de lo posible, coloquen los animales muertos junto a las carreteras y caminos, resultando más fácil y rápida su recogida y puedan ser trasladados a los centros de gestión especializados en tratamiento de cadáveres. Según las primeras estimaciones del Gobierno regional, por el momento, se tiene constancia de siete granjas en Lorca que han sido afectadas en su totalidad, en especial, las explotaciones de ovino por las características de sus infraestructuras.

Por su parte, los técnicos de las Oficinas Comarcales Agrarias (COA), dependiente de la Consejería, trabajan en la evaluación de daños en las zonas de cultivo de los municipios de la Región. Asimismo, han puesto a disposición de los agricultores y ganaderos un modelo de solicitud donde registrar daños. Por el momento, la Consejería informó de que aún no se pueden dar estimaciones de las pérdidas, ya que existen muchas zonas de difícil acceso al encontrarse todavía inundadas. Del mismo modo, Agricultura, a través de la empresa pública Tragsa, también ha facilitado a los ayuntamientos la maquinaria necesaria para poder habilitar los caminos rurales que se encuentran anegados por el lodo y el agua, y así ir dando paso a los habitantes y acceder a las zonas dañadas.