Disturbios

Los incidentes en Gran Vía acaban con una carga policial y 15 heridos

Al menos quince personas han resultado heridas hoy en el transcurso de una carga de la Policía Nacional en la Gran Vía de Madrid, junto a la Plaza de Cibeles, contra varios centenares de indignados que seguían el recorrido previsto con motivo de la huelga general.

Choques entre un grupo de piquetes y agentes de la Policía Nacional en la Gran Vía de Madrid
Choques entre un grupo de piquetes y agentes de la Policía Nacional en la Gran Vía de Madridlarazon

Según fuentes policiales, al menos una persona fue detenida, mientras que fuentes de la Delegación del Gobierno han informado de que el SAMUR ha atendido cerca de Cibeles a quince personas heridas leves, de las cuales nueve son manifestantes y seis, agentes de policía.

Los indignados se encontraban en ese punto para dirigirse, después de sortear varios cordones policiales desplegados por el centro de Madrid, al Hospital de La Princesa, en solidaridad con los trabajadores que permanecen allí encerrados desde el pasado día 2 en protesta por su transformación en un centro especializado para mayores.

Cuando los indignados y otros huelguistas que se les han unido iban a acceder a la Plaza de Cibeles se han encontrado con un gran cordón policial, además de varias furgonetas de antidisturbios, y han comenzado a producirse incidentes.

La policía ha procedido en un primer momento a inmovilizar a uno de los manifestantes, lo que ha provocado las protestas de los demás, momento en el que se ha iniciado una carga con porras, que ha sido contestada por algunos de los manifestantes con petardos.

Los indignados han arrancado plantas de los setos que hay en la plaza para arrojarlos a los agentes. A partir de ese momento, han comenzado a llegar más unidades policiales y se han iniciado las carreras de policías y manifestantes.

Un helicóptero de la policía sobrevolaba la zona, que está blindada por la Policía Nacional y también por agentes de la Policía Municipal de Madrid.

Y es que, aunque la huelga del 14N era casi inapreciable en algunos barrios de Madrid, adquirió toda la tensión en el centro de la ciudad, donde sindicalistas, estudiantes, indignados, hipotecados... coincidieron y acabaron enzarzados con los antidisturbios en más de una carga policial.

Mientras muchos barrios de la capital vivían con tranquilidad la jornada de huelga, las principales arterias de la capital -Gran Vía, Alcalá, Cibeles y la Puerta del Sol- fueron blindadas por la Policía, advertida del recorrido que los piquetes planeaban por el centro y al que se fueron sumando universitarios, ciudadanos afectados por los desahucios y transeúntes a favor de la jornada de movilización.

En la Puerta del Sol, comercios abiertos que iban cerrando al paso de los piquetes, aunque alguno se rebelaba -como es el caso de Casa Diego, tradicional fábrica de paraguas y abanicos- que recurrió a los antidisturbios para evitar echar la persiana. Otros cerraban con la idea de abrir a posteriori pero no se quejaban demasiado porque en esta ocasión -decían- no había cristales rotos ni destrozos, aunque sí escuchaban impertérritos gritos como: "Hoy tenéis abierto, mañana cerrareis".

La suerte hizo huelga intermitente en el centro y, así, la tradicional administración de loterías de Doña Manolita tuvo cola delante de su puerta a primera hora de la mañana, quizás porque los más madrugadores querían anticiparse al previsible sube-baja de persianas.

La calle Preciados, donde se concentran los principales centros comerciales (entre ellos El Corte Inglés), tenía sus accesos blindados por los antidisturbios que protegían así la totalidad de establecimientos abiertos a posibles pero improbables compradores.

En el entorno de Preciados, algunos ciudadanos se preguntaban cuál sería el coste de tamaño despliegue para proteger la zona comercial y se plantaban si acaso no habría mejores asuntos en los que gastar el dinero.

En todo este revuelo, los afectados por la hipoteca intentaban entregar sus panfletos a la Policía que aunque en algún caso reconocía leer el mensaje, informaba de que no podían coger las hojas por "estar uniformado".

También eran muchos los vecinos que gritaban a la Policía pidiendo su apoyo porque -aseguraban- "estáis padeciendo lo mismo que nosotros".

Y mientras, los turistas recorrían el centro de Madrid, tomaban fotos y preguntaban desesperados "de qué iba eso de la huelga".

Así lo explicó a Efe el responsable del punto de información de Cibeles que, según dijo, no pudo resolver ninguna duda de los turistas, ni siquiera las relativas a si los museos estaban abiertos o cuál era la frecuencia del autobús turístico.

Ante la falta de respuestas, se podía ver a muchos turistas despistados haciendo cola a la espera del autobús turístico descapotable que les permitiera fotografiar el Madrid del 14 de noviembre