Catolicismo

OPINIÓN: Dios me creó

La Razón
La RazónLa Razón

Dios me creó. Ello me es tan familiar que, al meditarlo, no siento emoción alguna. Cada día que pasa me alejo más de ese hecho. Aquel día pasé de la nada al ser y existo. He ahí todo. ¿Qué hay de emocionante en ello? Quizás el inicio de un nuevo curso sea una oportunidad para que piense en «mi tiempo». Mi creación no es un incidente que tuvo lugar hace tiempo, es una realidad permanente. He sido creado, es decir, que mi ser tiene a Dios por causa. No sólo para comenzar a existir tengo necesidad de Él. Porque el existir nunca puede llegar a consolidarse en mí. Desde hace siglos, mi esencia permanece tan incapaz de existir por sí misma, como en la víspera del día en que, gracias a Dios, comencé a dejar de ser nada.Hay mucho de sagrado en mi tiempo, aun cuando ese aspecto quedara lejano a mi conciencia. Mi ser depende de Dios, como el eco depende de la voz y el reflejo de la luz. Hemos de decir al Padre Dios: «Estoy siempre en tus manos». Amarle obedeciendo es el respirar de mi vida sobrenatural. Rehusar hacerlo es arrojarse a la muerte, como el eco que cesaría de existir si rehusase repetir lo que le ha creado. No es débil esta sumisión leal.