Balón de Oro

Florentino del lado de Valdano

A Florentino Pérez le pilló el numerito arbitral de Mourinho el domingo en fuera de juego, pero rápidamente ha recuperado su posición y ha dejado patente que, al igual que nadie del club se inmiscuye en los métodos de trabajo del entrenador, tampoco va a permitir que el técnico se entrometa en el modo en que Jorge Valdano lleva a cabo su portavocía para cambiar el ideario madridista de no criticar a los árbitros.

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Es lo que se desprende de las declaraciones de Florentino Pérez a Luis del Olmo ayer: «Es costumbre del club no hablar de los árbitros. Lo que teníamos que decir de los árbitros ya lo ha dicho Jorge Valdano, que es nuestro portavoz, el que representa mejor la imagen de nuestro club y ya dijo lo que tenía que decir. Miremos al futuro».

De esta forma, Florentino, en respuesta a la diatriba de Mourinho contra el mando intermedio del director general, se pone del lado de Valdano. Prefiere la templanza pública de su director general a las salidas de pata de banco del portugués. Ya el día después al del papel de los 13 errores, Florentino le pidió que tratara de controlar sus modales.

Es obvio que Florentino Pérez sabía del carácter de Mourinho y de sus maneras para desviar la atención y presión a sus jugadores, de su propensión a la polémica; sabía a ciencia cierta que tendría un coste de animadversión hacia el Madrid, y también sabía de su nulo «feeling» con Valdano, pero Mourinho firmó su contrato conociendo la ascendencia del argentino en el organigrama del club. Accedió y no es de recibo que el técnico quiera romper ese pacto de no agresión sobreentendido cuando firmó su contrato de cuatro años. Con estas declaraciones, Florentino zanjó ayer la protesta pública de Mourinho, pero le queda por lidiar la más importante, el verdadero malestar del entrenador portugués, el que se escondía detrás de su verborrea del domingo: no ver cumplida su petición de fichar en el inminente mercado de invierno.

Florentino Pérez no va a entrar en el juego de que el técnico le haga elegir. O él o yo. Defiende a Valdano en su parcela, como en la suya sigue tildando a Mourinho como «el mejor entrenador del mundo». Lo va a dejar correr, como la lamentable estampa de ver a Herrerín por los suelos, producto del arrebato de Silvino,el entrenador de porteros.

El máximo mandatario madridista cree que todo lo sucedido con el Sevilla debe verse como «algo accidental y coyuntural, anecdótico, y no darle más importancia». «El Real Madrid es una de las instituciones más sólidas, fuertes y con mejor imagen, y estos pequeños incidentes no deben dañarla», comentó.