Los Ángeles
La penúltima misión de Fisher
Anuló a Allen y en el último cuarto ejerció de Bryant y Gasol con once puntos decisivos / Desde principio de temporada se le buscaba sustituto
Derek Fisher es el presidente del Sindicato de Jugadores y, además, el base titular de Los Angeles La- kers. Desde principios de temporada ha sido considerado como el punto más débil en el quinteto titular de los californianos. La prensa de Los Ángeles le lleva bus- cando sustitutos desde el mes de octubre, pero Fisher, a punto de cumplir 36 años, se convirtió en el jugador decisivo de los Lakers pa- ra recuperar el factor cancha en la final. El papel que estaba encomendado a Bryant y Gasol lo ocupó un jugador al que le queda menos de una semana de contrato con los californianos.Fisher fue decisivo desde el principio. Phil Jackson le encomendó la misión de frenar al ver- dugo de los Lakers en el segundo partido, Ray Allen. El experimento en Los Ángeles no pudo salir peor. A pesar de los siete triples del escolta en la primera parte, el entrenador repitió la apuesta y Fisher anuló a uno de los jugadores determinantes de los bostonianos. Allen cerró el partido con dos tiros libres anotados y doce tiros de campo fallados. No anotó una sola canasta en juego y fue un lastre permanente para los Celtics. Boston tuvo el mérito de llevar el partido a los registros en los que se mueve cómodo. Se trata de evitar que el rival vaya más allá de los noventa puntos. Estuvieron al límite, pero no contaron con la aportación de Fisher cuando el partido estaba más apretado.Kobe Bryant volvió a ser el máximo anotador «laker», pero en demasiados ataques se empeñó en resolver por su cuenta. Al tercer cuarto ya había sumado 25 puntos, pero en el último sólo acumuló cuatro. Pau Gasol vivió demasiado ocupado con el excelente partido de Kevin Garnett. El ala-pívot se mostró al nivel de sus mejores temporadas en la Liga. Sumó por dentro y por fuera. Su actividad le convirtió en el principal arma ofensiva para los de Doc Rivers. Pau no estuvo cómodo. Trabajó, aunque sin el brillo de otros partidos.Para eso estaba Fisher. El base se presentó en el último cuarto con cinco puntos anotados y con su equipo dominando el partido, aunque con ventajas que nunca fueron superiores a los seis puntos. La defensa de Boston cada vez encarecía más las canastas y por eso Fisher se las ingenió para ano- tar 11 puntos vitales. Los tres últimos, con una entrada suicida que supuso una jugada de dos más uno. Fisher estableció una diferencia decisiva con menos de un minuto por jugarse (80-87). El héroe al que nadie esperaba apareció en Boston.
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