Villar hace caja

Ángel María Villar es el jefe de los árbitros en la FIFA y con su anuencia nos regalaron a Howard Webb en la final del Mundial. Villar no sólo descuida circunstancias como ésta sino que, además, de vez en cuando, por su afición a hacer caja, pone en dificultades a clubes y selección.Firmar un partido contra México por el segundo centenario de la independencia del país es obligación moral. Es justo acceder a cumplimentar a un país que merece todo tipo de adhesiones políticas y morales si recordamos algunas de sus generosas actitudes en momentos en que miles de españoles necesitaron y encontraron su acogida.Villar firmó tal partido sin percatarse de que el 11 de agosto era fecha inadecuada. En primer lugar, porque si se llegaba a la final mundialista los jugadores no podían cumplir su mes de vacaciones. De cualquier manera, llegarían sin la debida preparación.España es ahora campeona mundial y no puede acudir a jugar un partido homenaje con jugadores segundones. Los campeones no estarán en condiciones de hacerlo y prescindir de ellos sería una falta de respeto hacia los mexicanos. Villar acaba de presentar en la asamblea federativa unas cuentas muy optimistas. Según sus cifras, que a veces son las del Gran Capitán, la Federación obtuvo un beneficio de 838.238 euros. Se supone que ello se debe, fundamentalmente, a los ingresos que le proporcionan los clubes al cederle los futbolistas de la selección. Para hacer más caja contrató el partido con México. Por lo visto, era el único que no confiaba en que «La Roja» ganara el Mundial.