Juegos Olímpicos

Pekín

Piragüismo/ España rema a por tres medallas

Benavides
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LONDRES- Una ola, una maldita ola, impidió a Saúl Craviotto competir en sus segundos Juegos Olímpicos junto a su inseparable Perucho y defender así el oro que lograron en Pekín. Esa ola los desequilibró en el Preolímpico y se quedaron sin plaza, pero Saúl, policía en Gijón, como su compañero, se ganó una plaza individual en K-1 200. «Le echo de menos», ha reconocido. Quiere ganar por él y por su amigo y ayer se metió en la final con un tiempo esperanzador. Al correr solo, y en 200 metros, distancia que ha reemplazado a la de 500, en la que se proclamó campeón con Perucho, ha tenido que cambiar su metabolismo. Más proteínas y más volumen. «He ganado como unos 10 kilos y he ganado potencia y explosividad. También he mejorado la salida. Han sido muchas horas de gimnasio», confesó ayer, con la euforia contenida. Al ser una prueba tan corta, no hay estrategia: salir a tope hasta que se pueda.

También en 200, pero en C-1 (sólo se rema por un lado y se va en canoa, no en kayak) buscará las medallas el joven Sete Benavides, mallorquín de 21 años que disputa sus primeros Juegos Olímpicos. David Cal es su inspiración y la eliminación de alguno de los favoritos, sobre todo el campeón de Europa y del mundo, el azerbaiyano Demianenko, le sitúa con muchas opciones. «Daré todo lo que tengo dentro. No he notado los nervios, me encuentro bien y tengo los brazos bien, saldré a morderlos a todos», afirmó Benavides.

La jornada en Eton Dorney no pudo ser más completa. La gallega Teresa Portela también se clasificó para la última carrera en K-1 200. Además, lo hizo con el tercer mejor tiempo. «Me he notado muy bien, tendré rivales fuertes, pero confío en mi trabajo», reconoció.