Belgrado
Al «carnicero de Bosnia» le llega su hora
Ratko Mladic, máximo responsable militar del Ejército serbobosnio durante la guerra de Bosnia a principios de los noventa, compareció ayer en la primera jornada del juicio que se celebra en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en La Haya. Uno a uno, el conocido como «carnicero de los Balcanes» escuchó en boca del fiscal los once cargos que pesan sobre su cabeza, entre ellos el de genocidio, crímenes de guerra y contra la Humanidad.
Mladic fue el brazo ejecutor de la política de limpieza étnica impulsada por el dirigente serbobosnio Radovan Karadzic, también arrestado y pendiente de sentencia en La Haya. El fiscal Dermont Groome mostró ayer varios documentos gráficos. En uno aparecía un adolescente asesinado por la espalda en Srebrenica en 1995. El objetivo era contextualizar la atmósfera en que se produjo la limpieza étnica, que acabó con la muerte de 100.000 personas y con dos millones de desplazados. En ocasiones anteriores, el ex general dijo que sus tropas actuaron por su cuenta, negando toda implicación.
Mladic, de 70 años, compareció sin signos visibles de enfermedad. Cuando fue increpado por una de las víctimas de Srebrenica, el acusado les respondió desafiante pasándose la mano por el cuello. La ciudadana Kada Hotic viajó desde Srebrenica hasta La Haya para acudir al juicio. En declaraciones recogidas por «The New York Times», relató lo siguiente: «Él ordenó el asesinato de mi marido, mi hijo y mis dos hermanos y de mi cuñado. Ahora le miro a la cara y quiero venganza».
El fiscal apoyará las acusaciones con testimonios de 411 testigos, siete de ellos de manera presencial y el resto por escrito o dispuestos a someterse a careos. También existe abundante material incriminatorio que estaba escondido dentro de las paredes de la casa del general en Belgrado. El tribunal tiene en su poder grabaciones de reuniones y conversaciones telefónicas de Mladic, además de un diario de guerra del presunto criminal. En suma, un material escrito que alcanza las 4.000 páginas.
La pena máxima prevista por las leyes es la cadena perpetua. Los supervivientes y familiares de las víctimas quieren que Mladic pague por sus crímenes pronto para evitar que muera, tal y como sucedió con Slobodan Milosevic, presidente de Serbia, que no llegó a escuchar su sentencia al fallecer en una cárcel de La Haya en 2006.
Una crónica enviada por la agencia Reuters ayer pone de manifiesto la magnitud de la herida abierta por el conflicto. En la localidad bosnia de Pale, cuartel general de Mladic durante la guerra, los paisanos aplaudían ayer las imágenes del ex general en la televisión. Uno de ellos lamentaba el trato que se le está dando a un «hombre honorable». «Todos los bandos cometieron crímenes. Él es solo un hombre decente que defendió al pueblo serbio. Si no llega a ser por él, ahora mismo no estaríamos aquí».
Escenarios del horror
Cerco de Sarajevo
Acusado de instigar el bombardeo de la capital y la muerte de ciudadanos a manos de francotiradores durante un asedio de 44 meses. Mladic dijo que borraría la ciudad del mapa. Murieron 10.000 personas.
Srebrenica
La mayor matanza en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. 8.000 musulmanes varones fueron ejecutados por las tropas de Mladic en julio de 1995. Meses después se firmaría la paz de Dayton.
Foca
Las tropas de Mladic fueron especialmente crueles con los musulmanes de esta localidad. Tras torturarlos y matarlos, los arrojaron al río. Alguno cuerpos aparecieron el año pasado.
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