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OPINIÓN: Piercings y salud

La Razón
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El sentido de la estética es libre, intocable; pero es que a mí esta suerte de mutilación no me parece un asunto ni de estética ni de belleza. Primero me parece fatal agujerearle las orejas a las niñas bebés para incrustarles un trozo de metal («porque hace bonito»). ¿Y si a mí me parece bonito ponerle 3 piercing en la ceja o en el labio a mi bebé? ¿Por qué no? ¿En la oreja sí pero en la ceja sería aberrante? No, es igualmente aberrante en cualquier lugar del cuerpo del bebé. Y adoro mis docenas de pendientes, pero creo que debería decidirse al menos en la adolescencia, y ya uno se hace en el cuerpo los agujeros que estime. Bien, ahora se incrustan metales en la cara, dentro de la boca, etc. Se están dando muchos casos de cáncer en la boca. Igual que nuestro cuerpo puede reaccionar mediante el cáncer ante el sol, el tabaco o la radiación, nuestras bocas desarrollan cáncer por llevar un metal a todas horas. Y se destrozan las encías y sufren infecciones, todo menos quitarse el piercing ni un segundo: «¡porque se cierra el agujero!». El piercing en la nariz, tan de moda entre las chicas, tiene su origen en India y significa sencillamente que la hembra se somete al macho, sumisión al hombre. Es un símbolo milenario en una cultura antiquísima y muy especial; no encuentro sentido en trasplantarla aquí cuando además significa lo que significa. Y en los matices referidos a los piercings genitales, uf, ni entro. ¡Infórmense antes!