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Chávez: «Que nadie vaya a creer que ganamos la batalla contra el cáncer»

Hugo Chávez regresó inesperadamente a Venezuela. Lo hizo sigilosamente la pasada madrugada. En el aeropuerto de Maiquetía le esperaban sus funcionarios más cercanos. Chávez no quiere dejar espacio para las especulaciones, y como en un juego de ajedrez, usa su enfermedad para mover sus peones y así saber quiénes le son leales o no.

Después de haber anunciado su cáncer hace cinco días y tras las consiguientes apariciones de vídeos y fotografías que daban cuenta de su mejoría, Chávez no quiso esperar para volver a Caracas y, desde Miraflores, seguir girando órdenes porque el presidente sigue siendo él y el candidato para las elecciones del próximo año, queda claro: lo será él. Ayer, el diario económico venezolano «El Mundo» lo adelantaba en su página web: «En el seno del oficialismo se espera el retorno del presidente para una estadía corta en la cual hará cambios en su Gabinete ministerial». La noticia es analizada por el politólogo y profesor de la Universidad Simón Bolívar Ángel Oropeza, quien contó a LA RAZÓN que esto no es más que una estrategia de Chávez para «sacarle provecho político a su enfermedad, de la que no hay que dudar, es real».

La televisión estatal transmitió en directo las primeras imágenes del jefe de Estado, que después de pisar el país tras casi un mes de ausencia, en su cuenta de Twitter dijo: «¡Aquí estoy pues, en casa y muy feliz! ¡Buenos días mi Venezuela amada! ¡Buenos días, pueblo amado! ¡Gracias Dios mío! ¡Es el inicio del retorno!».

Chávez reconoció hoy que aún no ha ganado la batalla que libra contra el cáncer, pero aseguró que vencerá a la enfermedad junto al pueblo venezolano. "Que nadie vaya a creer que ya, mi presencia aquí este día 4 de julio significa que ganamos la batalla. No. Hemos comenzado a remontar la cuesta, hemos comenzado a vencer el mal que se incubó en mi cuerpo", dijo desde el Palacio de Miraflores, ante miles de seguidores que le recibieron con una estruendosa ovación.


Vestido de militar y con boina roja, acompañado al inicio por dos hijas y posteriormente también por su hermano Adán, desveló que el día 20 de junio se le extrajo el tumor canceroso y estuvo en cuidados intensivos hasta el día 24, pero no aclaró el tipo de cáncer que le aqueja.
"Esta batalla también la ganaremos, esta nueva batalla también la ganaremos y la ganaremos juntos", indicó el presidente en una intervención de media hora, en la que mostró el crucifijo que sacó el 13 de abril 2002 a su regreso a Caracas tras superar el golpe de Estado que durante casi 48 horas le apartó del poder.


El presidente indicó que la operación en la que le extrajeron el tumor fue "profunda", de más de seis horas, y que en ella se entregó a Dios, a la ciencia y "en última instancia a esta gran voluntad", amor y pasión del pueblo, dijo. "Los días que pasamos no fueron nada fáciles", indicó en su discurso ante una masa enfervorizada por volver a ver a su líder, que también dejó momentos relajados, como cuando se disculpó con parte de los asistentes porque no se oía su voz en los bafles. "Pido perdón, no tuve tiempo de chequear el sonido", señaló.


Sobre su enfermedad, dijo que ha superado la primera etapa de la recuperación y entra ahora en una segunda fase de tratamiento complementario, por lo que pidió comprensión a sus seguidores y afirmó que ahora tiene que seguir un plan estricto "paso a paso". "Nosotros viviremos, nosotros venceremos. Gracias desde mi corazón, amor con amor se paga", agregó.
Las palabras de Chávez coronaron una jornada que comenzó de madrugada con su llegada sorpresiva al país.


Después de dar unas primeras impresiones al canal de televisión VTV manifestando su alegría por estar de vuelta en casa, el presidente despachó de "buen ánimo"con su vicepresidente, Elías Jaua. Chávez está "de buen ánimo, con mucho entusiasmo y con muchas ganas de seguir en la batalla de su plena recuperación", dijo Jaua al canal estatal de televisión VTV, tras la llegada de Chávez al país en horas de madrugada procedente de Cuba.
El vicepresidente indicó que estuvo "dándole información del país"al presidente, "recordando anécdotas", y "celebrando"el empate a cero con el que finalizó el partido de la Copa América de fútbol disputado ayer entre las selecciones de Venezuela y Brasil. Jaua indicó, en otro de los momentos en que hoy conversó con los periodistas, que Chávez "está ahorita en el Palacio (de Miraflores), no necesita en este momento atención especial hospitalaria, puede hacerse su tratamiento en la residencia; donde esté", dijo.
 

Oropeza explicó que uno de los objetivos de volver fue sacar del atolladero y la desorientación que se creó en su Gabinete. «Esto generó problemas en el Gobierno. El eslogan ‘Con Chávez todo y sin Chávez nada' parece ser verdad, los funcionarios se desorientaron y empezaron a pelear entre ellos a ver quién era el sucesor». Hoy, contra todo pronóstico, se espera que Chávez reaperezca en los actos y el desfile militar por el Bicentenario de la Independencia, a pesar del anuncio oficial de que no estaría.