África

Ciudad del Cabo

«El parque Kruger es la estampa viva africana»

«El parque Kruger es la estampa viva africana»
«El parque Kruger es la estampa viva africana»larazon

Amante de la cultura surafricana, prefiere alejarse de los grandes circuitos turísticos de la zona para adentrarse en su historia.-¿Qué tal le va con su último libro «La auténtica historia de Las minas del rey Salomón»?-Todavía es pronto para valorarlo, porque se puso a la venta en mayo. Lo que es indiscutible es que está teniendo una amplia repercusión en los medios, señal de que el tema atrae y llama la atención.-Es un buen conocedor de Suráfrica. ¿Qué es lo que le atrae de esta zona?-Mi unión con Suráfrica está relacionada con los campos de batalla de la Guerra Zulú de 1879 y la guerra Anglo-Bóer de 1899, también las grandes reservas naturales, por lo que salgo fuera del circuito normal del turismo. Aunque, por supuesto, conozco Durban, Johannesburgo, Pietermaritzburg... Por cierto, esta última es una ciudad colonial preciosa.-¿Es un buen lugar para hacer turismo?-Se deben extremar todas las precauciones. Un buen amigo desde hace 14 años, David Ratray, cuya casa hotel estaba situada cerca del río Búfalo y del campo de batalla de Isandlwana, fue asaltado en su casa y le mataron a tiros. La criminalidad es muy alta y, bajo mi punto de vista, todas las precauciones son pocas.-¿Qué es lo que no puede perderse el viajero?-Más allá de Ciudad del Cabo, con sus viñedos y sus calles, yo elegiría un recorrido por las Drakensberg, difícilmente olvidable para el que le guste el riesgo controlado y la aventura. Si te gusta la estampa viva de África, hay que visitar el parque Kruger y elegir un lodge de alta categoría.-¿Qué destaca de su cocina?-Nada mejor, en torno a un fuego nocturno de campamento, que el aroma de un bistec de buey criado en los veld surafricanos. -¿Volverá pronto?-Si es posible, mi próximo reto es recorrer Zululand siguiendo el mismo camino que, en 1879, realizó el hijo de Napoleón III y Eugenia de Montijo y que murió en una emboscada zulú el 1 de junio de aquel año.