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La fantástica novela de Abraham Stoker, Drácula, recoge una frase que siempre ha llamado poderosamente mi atención, «los muertos andan deprisa». Parece que esa es la forma de actuar de CCOO y UGT en la Comunidad de Madrid. Han tardado nada y menos en convocar paros en el Metro de Madrid tras conocer que el Gobierno regional ha decidido bajar el sueldo de los empleados públicos un cinco por ciento. Sin embargo, cuando se trata de convocar una huelga general por el recorte de las pensiones, la bajada de sueldo a los funcionarios y la reforma laboral, entonces las movilizaciones se dejan para septiembre y además las hacen coincidir con una huelga en toda Europa, por camuflar, no vaya a ser que se enfade el señorito Zapatero. Pero, en Madrid, por muy deprisa que anden no van a conseguir ni una gota de sangre que chupar, porque han perdido toda la credibilidad al olvidarse de los trabajadores. Han intentado hacerle el caldo gordo al PSOE, atacando a Esperanza Aguirre por la sanidad, por los transportes, por la educación. Vamos que cuando se trata del Gobierno de Madrid vuelan, como el Metro.