Ciencia y Tecnología
El modelo matemático del crecimiento urbanístico
Algunos municipios, sobre todo los de la franja intermedia, podrán duplicar el suelo urbanizado, otros nada.
valencia- El límite de ocupación de suelo que puede soportar un municipio tiene una fórmula matemática. La recoge la norma que regula la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana (ETCV) y contempla las diferentes variables que deben tenerse en cuenta al comenzar un proceso urbanístico.
En las directrices de la ETCV y dentro del denominado sistemas de ciudades expone cómo obtener el índice máximo de ocupación de suelo de un municipio. Según el uso que se le quiere dar al suelo, se ha realizado una fórmula diferente. No obstante, siempre se tienen en cuenta los mismos factores; el crecimiento demográfico, el tamaño del municipio y la vertebración territorial.
Aunque pueda resultar sorprendente, especialmente para los poco duchos en la ciencia de la matemática, con el resultado de esta operación se obtiene un coeficiente que permite determinar el valor máximo de expansión de un territorio.
Por poner un ejemplo, en la franja intermedia del territorio valenciano, aquellos municipios que tengan menos del diez por ciento del suelo urbanizado, que son la gran mayoría, podrán duplicar su crecimiento urbanístico. Sin embargo, muchos municipios de la costa tendrán poco o escaso margen de crecimiento durante los próximos años.
Para no dejar ningún cabo suelto, se recoge una coeficiente de flexibilidad, que tiene como objetivo evitar la excesiva rigidez en el mercado y la especulación.
La gran ganadora de este nuevo modelo urbanístico es precisamente la franja intermedia de la Comunitat, situada por encima de la cota 100, puesto que es la que considera la más adecuada para albergar los futuros proyectos estratégicos.
La Conselleria de Medio Ambiente, redactora de la ETCV, será también la encargada de emitir un informe a aquellos Ayuntamientos, que quieran modificar o revisar su plan general de ordenación. En dicho documento se les indicará cuál es su tasa de crecimiento racional. La recomendación no será en ningún caso una obligación, pero vistas las consecuencias de las últimas épocas de desarrollo urbanístico, lo esperado es que lo acaten sin problemas.
De igual modo, la norma de la ETCV, quiere acabar con el modelo de urbanización disperso, muchos menos sostenible puesto que requiere de una mayor cantidad de recursos.
Los crecimientos de superficie urbana deben ser siempre sobre suelos ya consolidados, en cascos urbanos o en los ensanches. En los núcleos rurales se tendrá muy en cuenta el respeto al paisaje.
s nuevas construcciones respeten y salvaguarden la personalidad de los cascos históricos. De ahí, que los planes urbanísticos y territoriales establecerán, como mínimo, una franja de suelo no urbanizable de 500 metros entre los suelos urbanos y urbanizables de unos núcleos con otros.
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