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Nueva imagen por Oché Cortés

La Razón
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Luego dicen que la abuela fuma, que el tito se chuta y que el yayo exhibe un tatuaje con el famoso Recopla, rompiendo así la leyenda urbana, que aquí hay gente pa tó. No sé cómo lo hacemos, ni la facilidad con que nos sale, pero cada vez que veo, oigo o leo algo de Murcia desde hace un par de años a nivel nacional, es para comernos un mojón.

Porque para un montón de gente del más allá, es decir, pasada la Venta el Olivo, aquí no protagonizamos nada que no sea arrancarle la cabeza a nuestra madre, sacrificar cochinos con la Tizona o atrincherarnos con una escopeta hasta que nos saca la ex con las palabras de un mediador del Bronx. Y este hartazgo es constante, como si el gafe se hubiera venido a veranear con dos velas negras hace unos años a esta zona. Porque lo que nos faltaba era mangarle a Michel Teló y desvalijarle mientras el Notas andaba dándole gusto a la gente con lo suyo de Ai se eu te pego y demás calenturas. Así que la estrella llega a Murcia, aparece un supuesto manager -otro medio calvo y otro con coleta, como la canción de los 80- que pide la llave, se la dan, sube a la suite con más desparpajo que Ana Belén en Zampo y yo y le revienta al artista la maleta, la bolsa de aseo y los cromos de Romario, Ronaldiho y Kaká. Para mear y no echar gota. Ya puede ser larga la gira, que a don Michel Teló de Nereira no se le va olvidar Murcia en la vida. Ahí estamos, paisanos, dando imagen. Que haya alivio y sálvese el que pueda.