Sevilla

Arenas recibe el apoyo de Aznar que lo ve como presidente de la Junta

La región es clave para el cambio político: en 2008, la diferencia a favor de los socialistas fue de casi 600.000 votos.

José María Aznar, ayer, en Sevilla, durante su intervención ante la mirada de Javier Arenas y Mariano Rajoy
José María Aznar, ayer, en Sevilla, durante su intervención ante la mirada de Javier Arenas y Mariano Rajoylarazon

SEVILLA- Una Convención de un partido político es un ejercicio de reafirmación. Hay mesas de debate y ponencias abiertas al intercambio de opiniones, pero en el fondo es una demostración de fuerza. Al final, lo que quedan son las frases y las sensaciones, y si la coyuntura es favorable para los intereses de la formación, la complicidad es lo que predomina en todas las intervenciones.

El PP-A vive su mejor momento. Nunca ha gobernado en Andalucía, pero nunca lo ha tenido tan cerca como hasta ahora. No sólo las encuestas le otorgan posibilidades de Gobierno, sino que existe esa convicción real entre sus dirigentes. Esa sensación de que es posible la perciben también entre los ciudadanos andaluces, que, aseguran desde el PP-A, ya lo visualizan como alternativa seria.

«El próximo presidente de la Junta de Andalucía». Así se refirió José María Aznar a Javier Arenas durante el protocolario saludo a los presentes antes de su intervención. Eran palabras de afecto, pero también de respaldo a un proyecto político de una de las pocas personas que aún ocupan altos puestos de responsabilidad en el PP desde la época del expresidente del Gobierno. Es una expresión utilizada por Rajoy, que también utilizó el expresidente.

Para el PP-A, la elección de Sevilla para la celebración de esta Convención Nacional tiene mucha importancia. Es un aval a su estrategia política, que cierra un círculo iniciado en los mitines celebrados en lugares emblemáticos socialistas como Dos Hermanas, Atarfe, Alcalá de los Gazules, Antequera o Linares, como recordó el secretario general del PP-A, Antonio Sanz. Todos los actos con presencia del presidente nacional del partido: «Gracias Rajoy por apoyar esta tierra», le agradeció Sanz.

En 1990, el PP de Aznar inició un camino que le llevó a ganar las elecciones en 1996. Es la misma ruta que quieren seguir ahora aunque con otro protagonista como Rajoy y con nuevos alicientes: la posibilidad de alcanzar el Gobierno de Andalucía.

«El cambio es hoy ya una realidad», decía Sanz antes de los discursos de Cospedal y Aznar. «Tenemos a un gran líder –por Arenas–, que será el próximo presidente del empleo en Andalucía», insistió.

«Cambio» y «empleo» son las dos palabras sobre las que el PP-A sustenta su alternativa y serán los mensajes que trasladarán de manera insistente durante la campaña electoral. Tras casi 30 años ininterrumpidos del PSOE en el poder, todas las encuestas dicen que siete de cada diez andaluces desea un cambio de Gobierno. Es una vía que el PP no quiere desaprovechar.

La otra vía es ofrecer soluciones al mayor problema de la región: el desempleo. «Contra el paro, mucho PP», propuso el secretario general de los populares andaluces.

«Los socialistas son hoy el problema, y en el PP está la confianza para abrir las puertas en el futuro y para la creación del empleo. Seguro que no vamos a defraudar a los andaluces», apuntó.

«Queremos que el cambio andaluz sirva como palanca del cambio nacional porque vamos a gobernar Andalucía a partir de las próximas elecciones», dijo.

Esta teoría la avalan los datos. El vuelco electoral en España pasa en parte por los resultados que se obtengan en la región. En las elecciones generales de 2008, el PSOE aventajó al PP en Andalucía en 11 escaños (36 por 25), con una diferencia de casi 600.000 votos.


Sevilla, ciudad clave en las próximas elecciones municipales
No es casualidad que el PP tenga marcada la capital andaluza como una prioridad. Como tampoco lo es que sea para el PSOE, que los próximos 12 y 13 de febrero también celebrará una convención municipal nacional a la que asistirá Zapatero. En Andalucía, los populares confían en ganar en todas las capitales, teniendo al día de hoy aseguradas ciudades como Cádiz, Almería o Málaga. En Sevilla, la amenaza principal es IU, que podría repetir la coalición con el PSOE si Juan Ignacio Zoido no obtiene la mayoría absoluta. «Seré alcalde de esta ciudad», aseguró el candidato popular.