Libros
El vino del estío por Fernando SÁNCHEZ-DRAGÓ
Así se llamaba una espléndida novela de Ray Bradbury… Por cierto: acaba de morir, rico en saber y en vida, como de Ulises dijese Kavafis, a una edad provecta, a decir poco. Provectos mueren también, y es un misterio, las gentes del altiplano de los arévacos. Hace ya muchas lunas que vivo en él, en las high landers de Soria, rodeado por nonagenarios que pisan fuerte y tienen sereno el mirar, claro el pensar, los pies en la tierra y la cabeza erguida sobre los hombros. Su trajín de surcos y ovejas, de encinares y horizontes, de temperaturas siberianas, siempre fue duro. Dinero, poco; trabajo, mucho; atención médica, escasa; alimentación carnívora a más no poder: chuletas de cordero, torreznos, chorizo de la olla, chicharrones, mantequilla, leche entera y sin pasteurizar, quesos curados… ¿Cómo se explica que vivan tanto y con tanta entereza? ¿Cuál es su secreto? La Nueva Eleusis arranca. Durante muchos años, al arrimo y al abrigo (lo último es un decir) de Castilfrío de la Sierra, he marinado el sueño de refundar aquí el santuario mistérico y filosófico de la Hélade en el que todos los sabios del mundo antiguo encontraron respuesta a las grandes preguntas de la condición humana. Un grupo de amigas (mi mujer, entre ellas) corre ahora la aventura de dictar un curso de coaching, nutrición y antienvejecimiento en la citada aldea, de incomparable hermosura. Lo harán en la penúltima semana del mes que corre. A ver cómo les sale. Yo, sonriente, las miro desde la atalaya de mi ancianidad, las bendigo y las animo. Quiero ayudarlas. Mi intervención en ese curso se limita a un coloquio con los asistentes y a guiar una visita por el pueblo. Silencio, gatos, amistad, mirada interior y exterior: ésas son las cuatro esquinas que propongo. ¿Mens sana in corpore sano? Pues sí. Más información en castilfriocursos@gmail.com. ¿Será ésta la simiente de la Nueva Eleusis? Ojalá. Ya dijo Machado –¡gentes del alto llano numantino / que a Dios guardáis como cristianas viejas!– que aquí se escucha «clamor de mercaderes de muelles de Levante». En ellos predicaron y enseñaron Laotsé, Buda, Zoroastro, Pitágoras, Sócrates, Jesús… Ex Oriente lux.
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